Estado de los ESTADOS

Por Lilia Arellano

08 / Julio / 2014

La simulación es hoy por hoy la práctica más sobresaliente dentro de la política. Así, lo mismo se disimula que hay elecciones para hacer surgir a triunfadores cuyo gobierno se basará en apenas sí un 12 a 17 por ciento de respaldo ciudadano; se disimula una gran preocupación y hasta se elaboran estrategias, planes y leyes para los migrantes que cruzan el territorio, cuando no se aterriza hasta el organismo responsable y se sigue tolerando la corrupción que ahí impera; se disimula una serie de beneficios para los ciudadanos en las telecomunicaciones ofreciendo dejar de pagar largas distancias cuando este servicio ya no se ocupa porque se suple con correos, mensajes, y otros servicios que no solo permiten escuchar la voz sino ver los rostros; se disimula la paralización de la economía hablando de prosperidad a futuro; se disimulan: el saqueo, los robos, los abusos, las arbitrariedades asegurando orden y transparencia inexistentes; se disimula el terror de perder el poder metiendo a la cárcel a los líderes sociales. Ganamos, de esta forma, uno de los primeros lugares dentro del esquema de los países disimuladores.

En Coahuila y Nayarit hubo elecciones intermedias para presidentes municipales y diputados locales. El abstencionismo fue de cerca del 60 por ciento en promedio. El triunfo se le otorga al PRI en las 16 curules coahuilenses, sin embargo éste se logra por varios factores marcados como estrategia para obtener estos resultados. Por un lado se pulverizó a la oposición organizada y con recursos, es decir, al PAN y al PRD; se permitió el registro de catorce partidos políticos; el tricolor se coaligó con cinco institutos, uno de ellos el Verde y el resto estatales; se aceitó de manera permanente a la estructura priísta, es decir, se mantuvo una nómina y los pagos puntuales a los líderes de siempre, a los que en cada proceso estrenan coche, le ponen un piso más a sus casas o empiezan a lucir joyas y buenas prendas de vestir; utilizaron los programas de Sedesol y sus registros para estar pendientes de los avances de otros partidos y elaborar sus propias estadísticas.

Así, para estos 16 escaños se registraron 117 candidatos; los partidos pequeños, los estatales, los formados para no tener enemigo fuerte al frente, no participaron en la mitad de los distritos y entre ellos lo mismo había un ex director del Instituto Electoral del Deporte que otro que repetía; el ex secretario de Educación; la directora del Banco de Alimentos; una ex delegada del ISSSTE; Verónica Martínez llega también por segunda ocasión al igual que Shamir Fernández; dos más que fueron legisladores locales abanderados por el PAN y que sufrieron la transformación de bicolores a tricolores; uno más, del llamado Partido Joven, aliado con el PRI; un ex alcalde y ex diputado federal; un ex presidente municipal; una ex funcionaria estatal y otros que apenas inician su trayectoria política.

Con la presencia de estos personajes los electores que asistieron a las urnas olvidaron el saqueo de Humberto Moreira, la deuda que tiene a su hermano Rubén muy apurado haciendo cálculos de que no logra acercarse a la fortuna acumulada por quien, cual sistema monárquico, le heredó el poder supremo; dejaron atrás los pasajes de abuso para con la ex señora Moreira y los lujos con los que se convive con la actual en un país en el extranjero, perfectamente protegido y muy contento; ya no se acordaron que con la homologación del IVA se afectó la zona norte de la Entidad, la actividad comercial, las ventajas que les representaba a una buena parte de los más de 3 millones de habitantes o 2 millones de electores.

Ni siquiera les vino a la mente que no se ha aclarado el crimen del hijo de don Humberto, lo cual puede garantizar a quienes han tenido dolorosas pérdidas que no se sabrá, no se conocerá quienes los ultimaron; menos aún tuvieron a bien platicar, comentar, de aquella que fue considerada la mayor masacre en México, la llevada a cabo en Allende, Piedras, Negras, Múzquiz y Sabina, en donde secuestraron a 300 personas a las cuales torturaron, asesinaron y las incineraron. Atrás quedaron los lamentos de las viudas de Pasta de Conchos y las peticiones de justicia y los reclamos por el pago de indemnizaciones. Al mando estaba un priísta, un Moreira, un ex líder nacional del tricolor y la justicia nunca se hizo presente, en ninguno de estos casos, ni en el ligado a los Zetas, al narcotráfico ni en el que involucraba a los concesionarios en las minas, a los del Grupo México.

César Camacho e Ivonne Ortega, presidente y secretaria general del CEN del PRI, fueron los encargados de dar a conocer los triunfos de manera oficial. Mientras tanto, los líderes tanto del PAN como del PRD y de otros partidos también han olvidado, o simulado olvidar, la inclusión en la reforma electoral del número requerido para lograr que las elecciones y sus participantes se incluyan en la legitimidad. Una segunda vuelta, con un voto obligado, con el surgimiento de candidatos de dedazo dentro de los partidos políticos, no parece ser la solución que buscan los ciudadanos para incentivarse a emitir sufragios. De ahí que las estrategias de los tricolores vayan perfeccionándose y agigantando el cinismo de presentarse como avasalladores con un mínimo porcentaje de votos y una abstención de vergüenza.

En Nayarit, aunque se intentó poner en práctica la misma estrategia coahuilense, el resultado no se visualizaba igual por lo que pusieron en marcha su operación del día en la que lo mismo se incluyeron detenciones que boletas apócrifas, se utilizaron vehículos oficiales para transportar a electores hasta sus casillas, no faltaron los levantones y la compra de votos, por lo que habrá resultados oficiales otorgados por tribunales pero no por estas violaciones sino porque como el PRI resultó derrotado en la capital del Estado, en Tepic, frente a la coalición formada por el PAN y el PRD, no resisten, se nota, ninguna derrota que pueda servir de antecedente a lo que habrá de realizarse el próximo año, tiempo en el que el precio de cada voto se distinguirá por lo caro, de ahí que se guarden desde ahora fondos económicos a través de someter el gasto público a una brutal retención.

Aseguran los panistas que obtuvieron el triunfo en Tepic, Ahuacatlán y Xalisco; el independiente Hilario Ramírez, dice que será de nuevo alcalde en San Blas, en el municipio en el cual robó poquito. Así, de 20 presidencias municipales el tricolor sostiene sus triunfos en 16 y habrá de presentar su demanda de revisión en Tepic. De las 18 diputaciones locales se le quedarán 14, 2 son para el PAN y una para el PRD; sobre las 138 regidurías, 80 le pertenecen a sus representantes, el PAN tendrá 26; el PRD, 15; el PRD, local, 2; Movimiento Ciudadano 3 y 1 para candidatos independientes.
Otro de los elementos para el triunfo estuvo en la anulación de 437 mil 533 votos, máximo histórico en una elección con el número de empadronados que tiene Nayarit. Habrá que tomar muchas notas sobre los olvidos de los electores y la simulación de los partidos políticos ya que el año próximo el número de gubernaturas, alcaldías y curules que se presenta y que registran cambios en prácticamente la mitad de Entidades, señalará cual será el camino para los años que le quedan a Peña Nieto en el Poder Ejecutivo Federal y, sobre todo, que puede esperarse cuando deban presentar al candidato con el que pretendan mantenerse en el máximo mando.

Por lo pronto tanto Rubén Moreira como Roberto Sandoval Castañeda, podrán dormir tranquilos a sabiendas de que no tienen ninguna oposición enfrente, ni en lo político ni para sus deseos ya que habiendo logrado mantener una mayoría absoluta en sus respectivas cámaras.