Líneas: El cobarde dura hasta que el valiente quiere

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

24 / Julio / 2014

Este viejo dicho que conoce la mayoría de la gente, debería decir el corrupto o el abusivo dura hasta que el apendejado decide sacudírselo. Y cuántas veces hemos constatado lo anterior cuando vemos que el atolondrado, ya cansado de soportar los insultos, o laceraciones, robos o equis muestras de violencia, de pronto se decide a librarse de su verdugo y lo enfrenta de cualquier manera y lo pone en su lugar mandándolo mucho a donde fue el Padre Padilla

Hay otro viejo refrán que reza: No hay mal que dure cien años ni pendejo que los aguante Y podríamos mencionar unos cuantos más en este tenor, pero el punto es que los mexicanos ya vamos por las cinco centenas de años (o más) y seguimos siendo los mismos aguantadores de los que hablan en esas expresiones orales ocurrentes y oportunas. Lo que prueba que no somos valientes o lo fuimos hace cien o doscientos años y no se ha vuelto a repetir cuando más se necesita, decidiendo vivir de arrimados en nuestra propia casa y recibiendo migajas por nuestro trabajo, cuando deberíamos de percibir unos doscientos cincuenta pesos por jornada.
Pero permitimos que nos cobren la luz, la gasolina, el gas, el agua y todo lo demás como si estuviéramos viviendo en los EUA, y todavía más: nos están construyendo una muralla en nuestra propia frontera para impedirnos el paso ¡Qué chulada de máis prieto! –dijera el Cora Marismeño Después de que nos robaron gran parte de esas tierras cuando el hijo de Susana, (Santana) hizo el trato piratón Ahora son nuestros buenos vecinos después que nos explotaron bien y bonito y ahora nos botan como envases desechables (Y el desgobierno: ¡bien, gracias!

Todavía eso puede pasar porque no les podemos echar el malo, ya que nos tienen agarrados de los eggs (¿cuáles?) porque disponen de las armas más poderosas del orbe y son más que nosotros Pero acá en México ¿qué nos pasa? Tenemos y mantenemos un Ejército armado y a un solo individuo le damos autoridad para mandarlo y no es ni tan siquiera soldado Y se supone que esta fuerza debe defender nuestra soberanía (cualidad del poder político de un estado o de un organismo que no esté sometido al control de otro estado o de otro organismo) y no pasa eso, sino que estamos a merced realmente de unos sicarios.

¿Por qué permitimos que quienes están en el poder se asignen sueldos estratosféricos y a quienes trabajan a su lado les paguen –cuando quieren- una miseria y les escamotean las prestaciones que antes les autorizaron?

¿Por qué los funcionarios de alto nivel se despachan con la cuchara grande y hacen lo que quieren con su dizque gente, y aceptan las leyes que a ellos les convienen, hacen reformas al vapor, eliminan disposiciones con un simple levantamiento de dedo y mantienen en el bote a quien no les cubre sus cuotas ahuevoluntarias

Le siguen un sinfín de violaciones de derechos humanos, -como la falta de empleo bien remunerado y la impartición de justicia que termine con la impunidad en general.

Nada de eso existe. Estamos inmersos en un océano de corrupción en el que unos cuantos viven como si cumplieran con el pueblo, manteniéndolo esclavizado y muerto de hambre. Las estadísticas no mienten y no engañan a nadie, se hacen pendejos

Así es que Control Señores Control El cambio debe de ser completo Aunque está empezando a asomar

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