Líneas: Consejos de Don Quijote a Sancho Panza

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

08 / Agosto / 2014

La mayoría de las personas que conozco, cuando les pregunto si ya leyeron el Quijote, por regla general me contestan afirmativamente –aquí entre nos confieso que no lo he leído completo- y sería algo excepcional que aquellos que dicen que ya lo leyeron, recordaran los diez consejos que Don Quijote le hace a Sancho Panza en ocasión de recibir el grado de gobernador. Estos consejos son:

l.- Primeramente ¡OH, hijo! Haz de temer a Dios, porque en el temerle está toda sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, haz de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento.

2.- Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje y no te desprecies de decir que vienes de labrador, porque viendo que no te corres, ninguno te correrá. Préciate más de humilde virtuoso que de pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad.

3.- Mira Sancho, si tomas por medio la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que nacieron príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se adquiere. Y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

4.- Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más virtud que las informaciones del rico.

5.- Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

6.- Si doblares la vara de la justicia, no sea por el peso de la dádiva, sino por el de la misericordia.

7.- Cuando te sucediera juzgar algún pleito de algún enemigo tuyo, aparta la mente de la injuria y ponla en la verdad del caso.

8.- No te ciegue la pasión propia de la causa ajena, que los yerros que así se cometen son sin remedio.

9.- Al que haz de castigar con obras, no trates mal de palabra, que le basta al infeliz el suplicio sin la añadidura de las malas razones.

10.- Al culpado que cayere, considéralo hombre miserable y muéstrate con él piadoso y clemente. Porque aunque los atributos de Dios son todos iguales, más resplandece para nosotros el de la misericordia que el de la justicia.

Y como colofón chusco de estas sabias palabras de Don Quijote, dirigidas a su dizque fiel escudero Sancho Panza, hemos de traer a colación otros diez consejos que en realidad no son atribuidos a Cervantes Saavedra, pero sí son más fácilmente evocados que los anteriores. Ellos son los siguientes:

I.- De dinero y santidad, la mitad de la mitad.- Quiere decir que no hay que ser tan honrado como para aguantar el hambre teniendo el pan enfrente ni tan santurrón como para dejar pasar la tentación cuando se presenta bichi.

II.- De los escarmentados, nacen los avisados.- A veces algunos tiene la necesidad de quemarse el hocico por no meter primero el dedo para checar lo caliente

III.- Al no ducho en bragas, las costuras le hacen llagas.- Así que no te pongas el saco ajeno, el pantalón o el traje que no te venga o te quede apretado porque te puedes rozar

IV.- Como la frase (la otra) que le dijo el marido a la recién casada: ¡Hay que estirarlo!.- Claro que se refería al primer dinero que le entregó para el chivo nuestro de cada día

V.- Cada quien quiere llevar el agua para su molino y dejar en seco al vecino.- Este es propio de los políticos especialmente en campaña

VI.- Con las glorias, se olvidan las memorias.- Y más con las glorias que proporcionan los papeles de banco

VII.- Con pequeña brasa, se suele quemar la casa.- Se dan casos que hasta de las cenizas se prende nuevo fuego y más ardiente y fuerte como la pasión por eso dicen que: donde hubo fuego, rescoldo queda

VIII.- Va la palabra de boca en boca como el pajarito de hoja en hoja.- ¿Si con tantito rumor se hace un chisme, que será cuando aparece la verdad a alarido abierto?

IX.- Trabajo sin provecho, es hacer lo que está hecho.- Así que no le hagan al cuento chino aquellos que presumen de autores y no son más que viles plagiarios que un día no lejano van a ser desenmascarados, -como los poetas, los politiqueros y los literatos chafas-. Se aplica también a aquel conquistador que la da de vivo y le pide a su presa hacerle las orejitas al ser que viene en camino

X.- Tres cosas son pendejadas: montar caballo ajeno, echarle sal a la comida antes de probarla y bailar con mujer embarazada.- Control Señores Control Aquí no hay más cera que la que arde

311 145-18-81.