¿QUÉ PASA BAHIA DE BANDERAS?

Por Salas Bernáldez

24 / Septiembre / 2014

Bahía de Banderas, considerado como uno de los municipios de más rápido desarrollo del país; en materia turística, por lo menos, tiene un futuro inimaginable y es una de las perlas del mercado turístico mexicano e internacional.
Aunque desordenado, su cinturón comercial resulta impactante, aunque al parejo de este crecimiento demográfico también se apareja un despegue en las adicciones infantil y juvenil pues si algo sobra en ese pujante municipio son los antros de vicio.

Con semejante fuerza social y económica resulta extraño, y hasta inadmisible, que no puedan ser capaces de sostener uno de los pocos contrapesos que se tienen para motivar a los niños y jóvenes a alejarse de las drogas. El equipo de la tercera división anda dando pena pues compite en este incipiente torneo con un entorno económico ridículo, indigno de un embajador deportivo de calidad badebadense.

En la pasada administración, aunque sea por presión popular, el entonces alcalde Rafael Cervantes apoyó y hasta institucionalizó al equipo como Patrimonio Municipal, y todo mundo daba por descontado que el actual presidente José Gómez arroparía a los Potros, si no manteniéndolo con dinero del erario por lo menos dándole los espacios y los mecanismos políticos para incentivar a los empresarios a entrarle al rescate del equipo que entrena Marco Antonio Díaz Avalos aún a costa de su tiempo y sacrificio económico.
Simplemente el día se hizo noche. Nadie sabe qué pasa ni qué pasará con el equipo. Nadie se atreve a vaticinar una acción decidida y sustentable para hacerle frente a la temporada.

Los jugadores cumplen al igual que el cuerpo técnico y directiva, pero el espaldarazo oficial no llega tal si se tratara de una carga y no una inversión social.
Se entiende que José Gómez, quien sin duda será un buen Presidente Municipal, aún ni siquiera digiere la papa caliente que ya recibió, pero el tiempo apremia y una buena mañana la afición de Potros podría desayunarse con la noticia de la desafiliación de su equipo ante el incumplimiento de pagos ante la rama y la difícil e insostenible situación económica- operativa que vive el club.
Se insiste, no se trata de que el dinero del pueblo de Bahía se vaya al futbol profesional, pero se pide que no se hagan los occisos tal si el equipo no existiera o, lo peor, que se estuviera viéndolo como un proyecto negativo.
José Gómez es un político que en campaña y antes siempre se mostró dispuesto a ayudar a los jóvenes. Potros es la sangre de la juventud municipal y merecen ayuda ahora que realmente lo necesitan. Urge el diseño de una estrategia de mercadotecnia que salve al equipo, entregárselo a la iniciativa privada y que ya no dependa del ayuntamiento.

Potros ha demostrado ser un representante digno y de lucha en la cancha, pero su esfuerzo no parece sensibilizar a quienes desde una oficina y un teléfono podrían fácilmente solicitar auxilio para, no sólo salvar esta temporada sino para fortalecerlo para que siga siendo un motivo de orgullo e inspiración para tanta gente que ya lo siente como propio.