Cantaba como Jorge Negrete

29 / Septiembre / 2014

Por Chilo Cervantes

El muchachillo que ayudaba a acomodar las sillas en torno de la mesa para vender gorditas con pollo de doña Inés La Molacha, no parecía tener un futuro diferente al que podían aspirar muchos chamacos de su edad. Su figura frágil a nadie impresionaba hasta que empezó a cantar. Desarrolló una voz poderosa y bien entonada. Se llamó José González y le decían El Toro. Acompañado del mariachi tuxpense, quienes escuchaban sus canciones no sabían si quien estaba cantando era el charro cantor Jorge Negrete o El Toro González. Cuando visitó Tuxpan en plena campaña electoral el que después sería presidente de la República, Miguel Alemán, escuchó con agrado y aplaudió con entusiasmo las interpretaciones de José González, por lo que el sonriente candidato veracruzano se lo llevó para que le cantara en público a toda la gente que asistía a los eventos políticos que organizaba su partido.

Así llegó hasta la capital del país donde sus millares de amigos creyeron que iba a hacer carrera artística, porque facultades para ello las tenía a raudales, pero no fue así, José no pudo encontrar las condiciones favorables para trabajar en los medios cinematográficos. Le faltó un empujoncito de un brazo fuerte que lo ayudara decididamente. González hubo de regresar a la ciudad coquera, pero sin sentirse derrotado. Cantaba en todas partes y las embajadas artísticas que llegaban de la ciudad de México lo invitaban participar. Así llamadas, embajadas artísticas, visitaban la provincia del país dos y tres veces por año, grandes luminarias del cine nacional, financiados en parte por la cervecería Pacífico, y obteniendo fuertes ingresos con el dinero de las entradas a los teatros, siempre llenos a reventar. De esa manera conocimos a Carlos López Chaflán, Virginia López, El Chicote, Fernando Soto Mantequilla, los hermanos Soler y una pléyade de grandes artistas de la farándula nacional. El Toro era muy popular y la gente que le tenía mucho cariño, de pronto empezaba a gritar reclamando la actuación del cantante del solar.
Y subía al escenario José González en medio de gritos jubilosos de su público. Cuando visitó Tuxpan el nuevo Jefe de la Treceava Zona Militar, General Alberto Cárdenas del Río, no quiso ser menos que aquel presidente veracruzano diente frío que antecedió en el poder a don Adolfo Ruiz Cortinez, y se llevó al Toro como cantante oficial de las Fuerzas Armadas con sueldo de soldado, siendo objeto de múltiples atenciones y deferencias. Cuando se regresó a su tierra se casó con la señorita Celia López y ambos organizaron su familia entre canciones y canciones del tenor coquero. Los descendientes de tan estimables personas pueden sentirse orgullosos de pertenecer a un linaje de gran distinción y aprecio, pues él fue un cantante del pueblo y ella, hija del señor Luis López, el tesorero municipal de varios ayuntamientos, famoso por su rectitud y honradez a carta cabal. (Cel. 311 230 92 30)