Un crustáceo que produce mucho dinero

Por Chilo Cervantes

07 / Octubre / 2014

Una nueva denuncia hacen los camaroneros de Pimientillo. De tantas denuncias hechas, su repetición parece rebajar la importancia del problema camaronero. Los pescadores siempre están divididos porque el crustáceo produce mucho dinero, al ser uno de los alimentos más exquisitos de los que se pueden saborear en las costas de Nayarit. Pero siempre, en torno a los camarones, hay luchas que parece que nunca van a terminar. Hay espacios de agua entre los ejidos que siempre están en disputa. Interviene ocasionalmente el gobierno y las cosas se arreglan, y luego los enfrentamientos vuelven a aparecer.

Si los esteros y las bocas de los ríos no produjeran tanto camarón que no ocupan sembrarse como el maíz, el frijol y el tabaco, nadie pelearía su propiedad porque habría que trabajar. En el caso de los camarones la naturaleza hace todo. Hace nacer el camarón y crece en los esteros en toneladas por centenares que las gentes del ambiente costeño no se pueden acabar. Sobran inyecciones de dinero para los pescadores que se dedican a la captura. Entregan una parte de la cosecha y otra parte se la comen o la venden. El gobierno federal ha realizado cuantiosas inversiones para ayudar a los pescadores, pero los administradores de los esteros tienen que estar bebiendo todos los días, y cuando es tiempo de cosecha no guardan nada del dinero que ganan a raudales. Se movieron los suficientes créditos para dotar a los pescadores de una empacadora que quedó ubicada en Chilapa.
Se las tuvieron que embargar porque las inversiones no fueron liquidadas a tiempo. La Ocean Garden que funciona en Estados Unidos dependiente de los pescadores de Nayarit anda, según dicen, en plena bancarrota al menos en lo que se refiere a las remesas esperadas de los pescadores nayaritas. Y eso que los camarones sólo dan el trabajo de la captura y acarreo. Sólo hay que levantar la cosecha. Qué sería si tuvieran que hacer surcos en el agua, conseguir semilla, hacer almácigos, plantar, regar, etc. No han sabido siquiera administrar tanta riqueza.

Y es tan fabulosa la producción de crustáceo que el olor del camarón y de los billetes ha traído a los empresarios orientales que ya están ganando dinero a carretadas. Inclusive, se han estado dando el lujo de sacar a los pescadores libres de sus rincones de pesca tradicionales y, ayudados por los marinos y por malos nayaritas, les recogen sus atarrayas y las bicicletas en que se transportan desde sus jacales llenos de zancudos. Estas denuncias ya están muy repetidas. Nuestros pescadores han despreciado una inmensa riqueza por pereza y se han quedado con los créditos que les han otorgado. Al paso de los años, ya son muy conocidos los negociantes de camarones que hacen grandes fortunas desde las ciudades de Guadalajara y México y los camaroneros nayaritas no prosperan estando a la orilla de los esteros por estar en constante pleito. Y camarón que se duerme (Cel. 311 230 92 30)