Líneas : Por los que se van primero

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

14 / Octubre / 2014

Bien dicen que los que se van primero se ahorran –por así comentarlo- los sufrimientos que se sienten cuando Dios decide llevarse a su reino a los seres queridos, dejándonos con la pena que ocasiona la casi inesperada separación, que aminora con el pésame y la compañía de los parientes y de los amigos.

Nada más hay que recordar que sufre menos quien disfrutó la vida sin cargos de conciencia, compartiendo las buenas y las malas como se debe, respondiendo cabalmente con aquellos que nos tocó convivir al paso de los años y disfrutamos de su compañía y recibimos de ellos lo que les correspondimos, sin ventajas, egoísmos, envidias y rencores.

Pudiera ser que vaya esto por el mal comportamiento que vamos encontrando con desagrado diariamente en las personas que tienen a su cargo y responsabilidad, el manejar el poder y la justicia, pero no, a éstos que los juzgue el pueblo, lo decimos por los cuatro fallecimientos que se sucedieron en el día de la raza en Santiago Ixcuintla Nayarit, dejando sumidos en el dolor a los apreciados deudos y amistades que fueron en vida de los que volaron al cielo, adelantándose en el viaje que todos haremos algún día, no lejano.

En contraste con estos tristes sucesos, viene a brotar el tema de los otros entierros, los de los cuerpos de las personas que en número de setenta y tantos se han quitado la vida en lo que va del año, en esta entidad, decidiendo por voluntad propia acabar con su existencia, siendo las causas varias: la depresión motivada por la precaria situación económica, alguna enfermedad en fase terminal, locura, ingestión de drogas legales e ilegales, lances amorosos mal digeridos, malos tratos, celos o cualquier otra causa de sinrazón, pero lo cierto es que son cada día más seres humanos que se cortan la existencia por cobardía –según los expertos- a continuar en esta tierra que habitamos y le dan espalda a la dureza de la realidad.

Puede molestar a algunas personas que pongamos en el tapete de este comentario, a los seres humanos que por desgracia nos abandonaron y hoy descansan en paz, esperando –como Dios manda- el juicio final donde seremos puestos en la balanza divina y se nos premiará o castigará según nuestro comportamiento terrenal. No así con los suicidas, que por haber tomado la decisión de partir por motu propio, pierden el derecho a juicio y son condenados –según la ley de Dios- al fuego eterno.
Tmapoco vamos a entrar en discusión sobre estas creencias, y ofrecemos nuestros respetos por la diferencia de opiniones que ellas susciten. Solamente podemos agregar que el que se va, no retorna, y que el que tiene fe, se salvará sólo UNO lo logró, pero ese fue y es: EL HIJO DE DIOS
ControlSeñores Control Lo que sí les aseguro es lo que dicen los viejos dichos –que se convierten a través de los años en verdades- que: al que obra mal en esta vida, tenga por seguro que lo pagará tostándose por una eternidad en el averno y al que obró bien allá lo saludaremos en el Paraíso Si Dios, quiere

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