Con bravuconadas Pavel Jarero exige posiciones al PRD

28 / Octubre / 2014

Por: Bertha Alvarez

El legislador perredista, Pavel Jarero Velázquez, que durante su periodo como presidente municipal de Tepic, utilizó las redes sociales y los medios de comunicación para subirse el rating golpeando continuamente las acciones del gobernador, Roberto Sandoval Castañeda, y años antes -cuando no era nadie- se valió de golpear de la figura de Guadalupe Acosta Naranjo para hacerse promoción personal, ahora vuelve a las andadas asentándole a Francisco Javier Castellón Fonseca, después de que no le resultaron sus argucias para negociar las posiciones pretendidas tras la elección interna del PRD en Nayarit.

El legislador que va por las calles esperando que un reportero le siga el juego de sus chantajes personales, nuevamente salió a la palestra y ahora utiliza los medios de comunicación para amenazar que se saldrá del partido del sol azteca y que no reconoce a sus nuevas dirigencias que resultaron ganadoras sin haber impugnación de por medio.

Manipulando los nuevos escenarios, Jarero Velázquez, ya no ataca al gobernador, como lo hizo con el plantón que personificó junto con un grupo de seguidores en la plaza Bicentenario por la disputa de una obra; tampoco ataca al ex presidente de Santiago, Sergio González, acusándolo de robarse un cheque por cinco millones de pesos, demanda que dejó a medias de su desenlace final pues hoy ataca a los órganos de dirección de su partido.

Jarero Velázquez llamó a rueda de prensa a periodistas y les dice que la elección de Castellón Fonseca estuvo amañada y orquestada por Acosta Naranjo el mismo que destinó muchos millones de pesos para comprar consciencias y votos.

El líder de Alternativa Democrática Nacional ADN Pavel Jarero definió esta elección como un fraude como esos que organizaba el PRI en los años 50s.La guerra sucia ha sido declarada, ahora será el nuevo presidente del PRD, Castellón Fonseca, quien tendrá que sortear con las bravuconadas, chantajes y presiones del ahora legislador, Jarero Velázquez.