REDESCUBRIENDO: ¡El Desorden se Acabó!

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

27 / Febrero / 2015

El tema de la limpieza causa impacto en muchos de los lectores por el tipo de vida que llevan: trabajar todo el día, uno o más niños, no cuentan con personal doméstico, tienen poca ayuda familiar con las actividades típicas del hogar, y la consecuencia es un casa más desordenada, siendo el resultado catastrófico con poca organización en nuestra vida, así que la estrategia es tomar acciones contundentes para decir que ¡EL DESORDEN SE ACABO!

A veces crees que el desorden de tu hogar es falta de organización o mala disposición para colocar los objetos en su lugar, también culpas a la falta de tiempo, o a las tremenduras infantiles o a que tu pareja llega tarde, pero debes ir un poco más profundo y analizarte con detenimiento.El Hogar muchas veces demuestra afuera lo que está ocurriendo adentro, es decir, la casa no está desordenada porque sí, sino que puede haber una actitud desordenada, y lo primero en que debemos comenzar a poner orden es en nuestravida y la familia, para que en ese espejo se vea un reflejo de Hogar armonioso y con bienestar.No es fácil cuando se trabaja en tener el control de todo a la vez, pero hay que comprender que hacer todo al mismo momento conlleva a un agotamiento total, así que organiza tu vida, distribuye tu tiempo y prémiate con momentos de tranquilidad, tu crecimiento como ser humano y tu descanso, que es tan importante y mereces, sin que te llenes de culpas por el simple hecho de estar sin hacer nada.

1. Evalúa un díacomún: ¿A qué hora te levantas, desayunas, llevas a los niños al colegio, vas a trabajar, sales promedio al finalizar la jornada, que actividades realizas?¿a qué hora llegas a casa y qué haces en ella? No importa todos los errores o desaciertos que puedas cometer. Escríbelo en un papel para que puedas analizar.

2. Selecciona lo que para ti es prioritario y lo que te inquieta o genera angustia si no se hace. No todos actuamos igual, y tampoco a todos nos pone rabiosos si no se limpiaron los baños todos los días.
3. Establece una especie de horario escrito, para que cuando llegues a casa hagas una o dos actividades por día. No más. Recuerda que traes un agotamiento y debes contar con la colaboración de tu equipo de trabajo llamado familia. El Hogar es de todos, los padres deben tener responsabilidad compartida, no exclusiva. Así que pedir ayuda es válida aunque los demás se hagan los desentendidos.

4. Establece normas bien claras aduciendo que es más fácil no ensuciar que limpiar. Muchas abuelas lo decían y funcionaba. Acostumbra a todos a recoger sus cosas, que es más rápido que dejarlas acumular para luego trabajar el doble.

5. Sólo medio tiempo del fin de semana es probable que lo debas destinar para actividades más pesadas (limpiar profundo, arreglar matas, ordenar uniformes, hacer mercado grande). Pero unas pocas horas, tú fin de semana también es el de todos y debes esmerarte en regalarte tiempo para ti y tu familia. No lo desperdicies, así que acostúmbrate a engranar las actividades: Mientras la lavadora lava (no tú), haz un arroz para congelar posteriormente (no tienes que estar al lado de la cocina viendo cómo se hace) y aprovecha de cambiar la lencería y sustituir las toallas de los baños. Mientras alguien de los tuyos va quitando el polvo, otro puede aspirar las alfombras y tú detrás vas barriendo y coleteando. Hasta la próxima.