PEREGRINACION A WIRIKUTA

*La costumbre más antigua del pueblo Wirrarika

02 / Marzo / 2015

En esta costumbre reviven cada año los Wicholes el mito de la creación, donde personifican y se transforman en sus dioses.

La peregrinación es anual, efectuándola entre los meses de Octubre y Marzo, a fin de poder regresar a sus comunidades a tiempo para presentarse ante sus Gobernadores para efectuar la celebración de la Semana Santa.

Todos los Wicholes que tienen cargos en el Kaliwei, tienen que efectuar esta peregrinación durante cinco años consecutivos en cumplimiento de sus responsabilidades, dejando en su casa a algún familiar para que cuide la lumbre, atizando el fuego para que no se apague y con sus oraciones y pensamientos pidan a los Dioses para que los viajeros no caminen con el peligro.

Regularmente tienen que llegar a varias estaciones o lugares sagrados antes de llegar a Wirikuta siempre dirigidos por las varas del poder y la cabeza del Venado, al que antes le han colocado una bolsita colgándole en la frente, conteniendo tabaco sagrado destinado a los Dioses, ya que para los Wicholes la figura del venado representa a uno de su Dioses más destacados.

En cada estación o lugar que llegan, hacen una hoguera y ante el resplandor de la lumbre elevan sus rezos a Tatewari y ahí le dejan sus ofrendas, considerando ese lugar como un gran espacio sagrado.

El TateiMatinieri, se encuentra al llegar a Wirikuta. Es un charco de agua en pleno desierto que significa Vida y hasta ahí llega el Marakame para bendecir a todos los peregrinos, bendiciendo a la vez todas sus ofrendas, recogiendo en sus bules el agua sagrada que cada uno llevará a través de la sierra.

Al llegar a Wakurikitene (Puerta de wirikuta) y estando una vez adentro del lugar que es sagrado, empiezan a buscar el Peyote, como si se tratara de buscar venados y cada vez que recolectan un peyote, dejan ahí algunas flechas en otras ofrendas para dar gracias a sus Dioses.

El Peyote significa para los Huicholes, uno de sus Dioses más importantes, ya que en él ven al propio Jesucristo.

Hayuna leyenda que dice que cuando Cristo Jesús era perseguido por sus adversarios, en su afán de salvarse de las flechas, se interna en Wirikuta, pero los judíos lo persiguen hasta allá, donde lo tunden a flechazos, pero Jesús se camuflagea convirtiéndose en venado, El venado azul cubierto de peyotes), y al correr huyendo, va dejando las huellas de sus pisadas estampadas en el suelo, donde luego van naciendo en cada huella los peyotes que son sagrados, por ese razón, todos los peyotes tienen la forma de pisada de pesuña.

Y siguen adentrándose en el desierto por varios días para iniciar la recolección de los peyotes, pero no lo deben comer, si no hasta que lo ordene el Marakame allá en la cumbre de un cerro llamado Kauyumari donde deberán iniciar sus rituales ofreciendo los peyotes sobre un llano grande donde velan danzando y cantando durante toda la noche.

Al llegar la madrugada, todos se pintan la cara para que al esclarecer el díacomenzar a realizar el ritual de la cacería del peyote, como si fuera perseguir venados, para luego, delante del kalihuei (Altar sagrado), ofrecer en jícaras los peyotes.

Asíde esa forma continúan su viaje hasta llegar a un lugar llamado Cerro tierra quemada, que es un volcán adormecido que tiene en su parte alta una cueva, donde todos los peregrinos Wirrarikas, colocan sus ofrendas especiales, resultados de la cacería.

Al regresar cada quién a sus comunidades de origen, van a Venadear, pero antes llegan al kalihuei para realizar una ceremonia de bienvenida y ahí compartes con su familia y demás miembros, la carne del venado y algo de los peyotes cosechados en el viaje.

Sacrificar un venado y comérselo no es por hambre física, si no, por hambre espiritual, ya que es al propio Jesucristo al que se comen para así sacrilizarse y ser perdonados, de la misma forma en que los católicos reciben la hostia al comulgar.

Y así concluye la peregrinación a Wirikuta y tendrán que esperar hasta el próximo año para organizarse nuevamente y realizarla otra ves con la misma fe y esperanza que les infunde ésta ancestral costumbre. La Peregrinación a Wirikuta.