REDESCUBRIENDO: El Arte de la Expresión Verbal.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

04 / Marzo / 2015

Por naturaleza el ser humano es un ser de relaciones. Desarrolla la capacidad de comunicarse con otras personas a través del lenguaje verbal. Desde las primeras etapas de nuestro crecimiento entramos en interacción con los miembros de nuestra familia: primero, por lloriqueos; después, por gestos y balbuceos; y por último, conforme maduramos, aprendemos las expresiones verbales básicas que nos ayudan a manifestar sentimientos y solicitar diferentes necesidades. Conforme los niños conviven con los miembros de la familia, éstos escuchan conversaciones, repiten palabras, adquieren vocabulario, se desarrollan habilidades mentales que ayudan a transmitir locuciones verbales. Es así como aprendemos los primeros rudimentos de la expresión oral y las bases de la comunicación verbal. La comunicación oral, pues, en los primeros años de nuestro desarrollo, es el medio primordial por el cual aprendemos, conocemos, y posteriormente, nos ayuda a la superación en diferentes ámbitos de la sociedad. Sin embargo, saber hablar, utilizar correctamente la expresión verbal, hablar con propiedad, no basta el conocimiento adquirido en la niñez. Las necesidades actuales y la complejidad de la sociedad del siglo XXI demandan una preparación continua en la comunicación. La globalización exige una actualización precisa de nuestro glosario verbal, en aras de la competitividad en las actividades laborales, profesionales y académicas. En el libro titulado, Saber hablar, se afirma la importancia de la comunicación en tiempos modernos: vivimos en comunicación constante con los demás y quien sabe comunicar bien, tiene, en parte, asegurado el éxito político, académico, profesional, económico y social. Además, el mundo actual propicia una mayor competencia comunicativa, un dominio del lenguaje para hablar en diferentes situaciones, a distintos interlocutores, a un público al que se pretende informar o convencer de algo y que es nacional o transnacional. Saber hablar, en términos retóricos, es un arte; en un contexto cotidiano es una necesidad imperante, que de comprenderse a profundidad nos dará como resultado una utilidad práctica. En la medida que aumentemos nuestra capacidad de expresión oral esteremos en un proceso de crecimiento, de superación personal, que traerá como consecuencia beneficios personales diversos: ascendencia en el trabajo, influencia hacia otras personas, libertad para expresar opiniones propias que afectarán la toma de decisiones a nivel gerencial, facilidad para interactuar con otras personas, también, y quizás lo más importante, conocer las necesidades emocionales de los miembros de la familia.

El lenguaje verbal es fundamental para interactuar con los demás. Siendo seres con la necesidad de comunicarnos con otros, nuestra manera de hablar, comentar, pedir, responder, solicitar, trasciende nuestras relaciones íntimas y sociales de manera especial. Así, la forma de expresión verbal que utilicemos propiciará amistades y relaciones sanas entre las personas que nos rodean. A través de ella construimos amistades perdurables y edificamos puentes para una mejor convivencia. El uso correcto de nuestro lenguaje verbal permite formarnos un carácter respetable y atractivo. Para obtenerlo necesitamos, entre otras virtudes, pensar en los demás antes de hacer un comentario. A continuación enumeramos 3 cualidades verbales que nos ayudarán a construir relaciones perdurables: La cortesía. Emplear expresiones de amabilidad: gracias, disculpe, por favor, buen día, etc. Hablar con claridad y con buena pronunciación. Usar el tono apropiado, según las expresiones utilizadas, dependiendo de la situación y la persona. Solicitar favores apropiadamente. Tener una buena actitud al pedir. Hasta la próxima. Terapeuta Familiar y Conferencista. Clases particulares para hablar en público. Consultas Celular 311 136 89 86.