PALESTRA

Por Gilberto Cervantes Rivera, poeta de Cucharas

29 / Septiembre / 2015

El mismo secretario de salud estatal, Pavel de Jesús Plata Jarero, anunció el nacimiento de moscos nueva generación, también conocidos como mutantes. Zancudos, moscas, bobitos, jejenes, abejorros, abejas, avispas, avispones, jicotes; ninguno de ellos ya es igual, mejoraron su veneno y por ser el hombre su máximo depredador, sufrirá las consecuencias.

Todos hemos experimentado alguna picadura o mordida de estos animalitos pequeños, pero de ahora en adelante, no sabemos, pero tampoco queremos causar falsa alarma, como se vendrán las cosas. Dengue, chikungunya, sica, este último mosco, según me lo dijo ayer Lucio, regidor del PRD, puede ser mortal. Lucio encabezó este lunes, manifestación frente a las oficinas de la SSN, y como consecuencia del movimiento, se obtuvo la orden de nebulizar, cuestión que no quería Plata Jarero, porque según él, mejor descacharrizar que lamentar.

De cualesquier forma, deben buscarse las causas que están originando el nacimiento de estas calamidades y aunque resulta prematuro asegurarlo, su servidor cree que mucho tiene que ver la contaminación del río Mololoa en el problema, el cual amenaza con volverse pandemia. Desde luego que sería sano continuar con el excelente trabajo realizado por el ingeniero Amado Rubio Castañeda, al frente de la CEA; en seis meses ya llevaba el 65 por ciento de avance en el saneamiento del río Mololoa, cuando lo sacaron de la jugada haciéndolo candidato a diputado local; el sucesor Ariel Padilla, desconocedor del teje y maneje, simplemente abandonó las plantas de tratamiento; regresaron los fétidos olores y con la llegada del Toro González a la CONAGUA, quieren tapar el sol con un dedo, entubándolo para que ya no despida el río Mololoa, los aromas de nuestra ciudad enferma.

Como todo mundo sabe, esas aguas contaminadas terminan en el luengo río Lerma Santiago y este, fiel a las leyes de la física, deposita su venenoso cargamento en la embocada del mar, donde se dan un festín, peces, mariscos y moluscos. Pero el mal que le hacen a la naturaleza los industriales, regresa en los alimentos que ellos también consumen; el voraz afán de hacer dinero, choca con los intereses generales de la sociedad, sin embargo, ni unos ni otros, damos señales para realizar un alto en el camino que nos conduce al abismo de la destrucción.
Tiempo ha, el cine norteamericano buscó sensibilizar a los que contaminan con sustancias y gases venenosos el planeta, por medio de un film que tenía como argumento la tribulación que comenzó a padecer un empresario que se enfermó gravemente tras entrar en contacto con materiales muy destructivos. El señor se salvó, luego de gastarse casi toda su fortuna en curarse, prometiendo portarse bien todos los días de su vida. Como en los cuentos de hadas, pero la realidad es otra, porque en muchos países, sobre todo de Medio Oriente, la contaminación es infinitamente más escandalosa que en Tepic. Por eso el calentamiento global genera calores infernales, fríos espantosos, lluvias atípicas con ciclones y huracanes cada vez más poderosos. En verdad puedo decir que ya cabalgan por toda la tierra, los siete jinetes del Apocalipsis. Y no es cierto que todo esto afecte solo a los pobres, que son la inmensa mayoría del planeta; debo decirles a los survivals, que tampoco se salvarán porque igual que en los tiempos de David contra Goliat, virus y bacterias acudirán con puntualidad inglesa donde estén.

El poder de la muerte los alcanzará como al hijo del Faraón egipcio, el cual no quería que el pueblo de Dios fuera liberado de la esclavitud para buscar la tierra prometida. ¿Tendrá que repetirse de nueva cuenta la historia, para que los poderosos entiendan que hasta ellos están regidos por un poder ajeno a nuestras voluntades?. Ajenjo también nos amenaza PALESTRAZO: el Gallo Arellano se la pasó llorando muchos meses después de que un virus acabó con los camarones de sus granjas; no pudo de momento, con un poder tan desconocido como real; pero aun así, se atreven a negarlo.