CON PRECAUCIÓN: Hay muchos tipos de drogas

Por Sergio Mejía Cano

16 / Diciembre / 2015

En el periódico Express de este martes 15 del presente mes, resalta una nota firmada por don Ramón Vargas, respecto a que el sempiterno presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, el señor Leopoldo García López, afirma que el consumo de drogas en las escuelas secundarias crece día a día. Lo curioso es que a lo largo de la nota no menciona para nada qué tipo de drogas son las que presumiblemente se consumen.

Porque si a cuestiones de drogas vamos, se podría entender que también son los refrescos de cola, las fritangas o todo tipo de comida chatarra que cotidianamente consumen los alumnos dentro de los planteles. Llama la atención el hecho de que don Leopoldo clama por la reactivación del programa Mochila Segura, algo que en realidad podría ser muy traumatizante para los jovencitos, y desde luego que para lo único que serviría es para que tomen ya en su vida de adultos como algo muy natural las llamadas revisiones de rutina que se implementan en los retenes policíacos, cosa que incomoda a la mayor parte de la ciudadanía que se ve involucrada en algo así, y que da pie para la llamada resistencia de particulares y por eso ser detenidos.

El que haya muchachos en las escuelas secundarias que se empiecen a drogar es algo muy común, debido a la edad de los escolares que es cuando llama más la curiosidad, y obvio que esto es aprovechado por los vendedores de marihuana o pastillas sicotrópicas para engatusar a los chavalos cuya rebeldía tal vez hacia la autoridad paterna sea la que los orille a experimentar con lo que se les ofrece. Así que se podría deducir que todo redunda al ambiente familiar, pues es ahí en donde en realidad comienza todo, ya que cómo es posible que un papá o una mamá por más amor que le tengan a sus hijos no vean el estado en que llega o se pone aun dentro del hogar; cómo comienza a hablar influenciado por posibles amigos que tuercen el vocabulario o arrastran las palabras para dar a entender que son macizos en cuestión de drogarse así no tengan todavía los 15 años de edad.

El mismo don Leopoldo García López y personas de su misma edad o más grandes aún, deberían recordar sus años de estudiantes de secundaria para que comprendan que esto de que haya muchachitos que se drogan tanto en la escuela como a la salida es cosa de todos los días, por desgracia desde luego; pero es muy probable que todo se deba a cuestiones familiares, porque si hay mano dura, malo, y si hay mano blanda con los hijos, malo también, así que tal y como dicen personas versadas en esta situación: lo mejor es platicar a fondo con los hijos y que se abran de capa respecto a los problemas que tienen, señalándoles que dejen de lado el temor hacia la violencia ya sea del papá o la mamá. Pero también podría estar contemplado el ejemplo de los progenitores, pues es un hecho infortunado, que hoy en día hay muchos padres de familia que fueron o son drogadictos y que los hijos únicamente estén siguiendo este ejemplo familiar; es duro tener que reconocer esto, pero de que los hay, los hay.

Hace tiempo que se llegó a la determinación de que prácticamente se amurallaran todas las escuelas de educación básica; que a todas las escuelas que tuvieran enrejados o mallas ciclónicas se les quitaran y se levantaran bardas para que los escolares no tuvieran contacto con el exterior porque hasta se llegó a decir que tal vez muchos de los vendedores de golosinas y otras chucherías que se encontraban en las inmediaciones de los planteles les vendieran algún tipo de droga a los alumnos. Y he ahí que se acabaron las escuelas con enrejados o canceles que hacían que muchos jovencitos recibieran su lonche por parte de sus progenitores a través de esas rejas. Así que por lo mismo la mayoría de las escuelas, si no es que todas, pasaron a ser recintos amurallados para que los muchachos no pudieran ver hacia el exterior y por ende comprar algo, lo que fuera, y posiblemente algún tipo de droga, por qué no, pues es de sobra conocido que los vendedores de drogas se dan sus mañas para hacerlas llegar a los posibles consumidores que es justo reconocer, los hay precisamente en las escuelas secundarias.

Esta afirmación de don Leopoldo se debería de investigar a fondo y dirigirse hacia los posibles consumidores de droga en las escuelas y que no afecten a chicos que a lo único que van a la escuela es a aprender; porque queda claro que por uno pierden todos y si no se investiga a fondo quién es quién, podrían pagar justos por pecadores.