VISOR NAYARITA: CRONICA DE UNA LLAVE EXTRAVIADA

Por: Lic. Francisco Pérez Gómez

21 / Diciembre / 2015

¿Y dónde está la llave? Preguntó inquisidoramente la recepcionista del hotel al ya entonces atribulado émulo de Arturo; aquel bohemio de noble corazón y gran cabeza que sacudió su melena alborotada en el poema el brindis del bohemio, y quien todavía acusaba los estragos de una alegre fiesta navideña, y quien repetidamente exclamaba al borde del llanto ¡a mí no me dieron ninguna llave y a mi ingreso no venía en estado incróspido! Por lo que le refutaba a la recepcionista que él no tenía ninguna llave.

La recepcionista pícaramente pregunta entonces ¿no la tendrá su amigo que lo acompañaba anoche? a lo que el aludido, cuidando que su honra quedará a buen recaudo, exclamó: ¡yo venía sólo y no me acompañaba nadie!, seguía en su postura, mientras que su endeble cuerpo ya acusaba los síntomas de una cruda severa, pues nuestro personaje empezaba a sudar y los presentes temían que se le saltaran sus ojitos víctima de tan grave síntoma corporal.

La pérdida de la mencionada llave causó toda una conmoción en la sociedad tecualense; por lo que en un acto de solidaridad se sumó a la localización de tan preciada pieza para aclarar su misteriosa desaparición.

Al conocer tan delicado asunto, y viendo que había la necesidad de contratar los servicios de inteligencia más profesionales, las autoridades locales se declararon incompetentes para el seguimiento de tal caso, declarando que para encontrar tal utensilio sería necesaria la intervención de la CIA y de la DEA y de la Secretaria de Gobernación.

Ya para entonces, la mente de nuestro personaje central evocaba unas ricas y heladas ambarinas y un suculento rico menudo (pancita) que aminorara la espantosa gravedad corporal que acusaba con un color violáceo.

Fue tanto el escozor social causado, que habitantes de las comunidades aledañas a la cabecera municipal se sumaron a tal esfuerzo, digno de un guión cinematográfico, bautizándolo como: En busca de la llave pérdida. La CIA envió sus mejores elementos; la DEA envió helicópteros (de los que usan para el combate a la drogas) y perros entrenados especialmente en la búsqueda de enervantes (y en este caso unas llaves de hotel), la Marina y el Ejército hicieron lo propio; y Osorio Chong envió fuerzas federales que se sumaron a tan concienzuda búsqueda y que decir del Presidente Enrique Peña Nieto, que personalmente seguía tales acciones para que la llave emergiera de su escondite y así devolverle tranquilidad al norteño municipio que vivía en tranquilidad antes de la llegada de tan pintoresco personaje.

Pero la búsqueda no tuvo los resultados esperados, por lo que en una rueda de prensa preparada exprofeso las autoridades se vieron en la penosa necesidad de comunicar la pérdida de la misteriosa llave buscada con esmero por sus propiedades afrodisíacas -ya que abre puertas, corazones y sentimientos-, y dar por terminada su búsqueda. De tal suerte que nuestro amigo, con expresión compungida, se vio de nuevo ante la recepcionista del hotel -propiedad del expresidente municipal Juan Jiménez-, quien fiel a su responsabilidad, le exigía el pago de la llave consistente en la onerosa cantidad de $50 pesos, pero ante la pobreza extrema de nuestro personaje, dicha cantidad fue cubierta en su totalidad por el Director de un prestigiado diario.

Ya calmados los ánimos, y aclaradas posturas, la tranquilidad volvió a reinar en esos tranquilos lares, por lo que amigos y conocidos se apartaron a disfrutar de ricas y opíparas viandas consistentes en camarones en diferentes presentaciones así como de suculento pescado zarandeado, todo ello aderezado con deliciosas ambarinas; con la obligatoria plática y opiniones respecto al suceso que tuvo en jaque al norteño municipio.

Pero sus habitantes ruegan al creador haga aparecer la llave, a quien ya se le atribuyen propiedades milagrosas para canonizarla y erigirle un templo. ¡Salud!

Esperemos y comentaremos... frago2009@hotmail.com