EL PERSONAJE DE LA SEMANA: Eudelina Marroquín Marroquín

Por Ángel Carbajal Aguilar

22 / Enero / 2016

Cerca de 45 años de Bibliotecaria de Ario de Rosales, Michoacán.


Michoacán.- Eudelina Marroquín Marroquín, nació el día primero de Marzo de 1931, en la calle primero de Guerrero de Ario de Rosales, Michoacán, hija de Don Silvestre Marroquín Chávez y Carmen Marroquín Soria, ya sólo cuenta con su hermana Rebeca Marroquín Marroquín, de Salvador González y muchos sobrinos, los consanguíneos y los que ha acumulado a través de los cerca de 45 años de Bibliotecaria de Ario.

Con gran entusiasmo y emoción habla de su gran acervo cultural que logró al conocer gran parte de la historia de Ario, de sus habitantes, autoridades civiles y religiosas, de muchos que descansan en el más allá, de los que salen de su tierra natal y regresan y de los que se van para siempre.

Cuenta que desde los 9 años ha dado su vida por Ario y que por ese motivo nunca se casó, porque quiso estar al frente de la biblioteca enseñando a muchas generaciones de niños a investigar sobre las tareas que les dejaban sus maestros.

Empezó colgada de la falda de enfermera, siguiendo a su mamá que trabajaba en el Hospital Civil de Ario, la que con 50 centavos que le daba la Presidencia Municipal daba de comer a los enfermos y cumplía su tarea de curar.

Dice, a mí me tocaba atizar a la hornilla en donde se cocían los frijoles, a veces caldo de res o de pollo, y en una escapadita, llegaba mi mamá y hacia unas tortillas gordas, primero para sus enfermos y al último para mí. La gente quería mucho a mi madre, le decían Ángel de la Guarda, mamá o simplemente se dirigían a ella con mucha cariño.

Mamá Carmen Marroquín Soria, recibió reconocimiento de plata por ser excelente enfermera en 1969, el oro fue para Maria Reynoso por haber ido a Tierra Caliente a combatir el tifo, de donde salió contagiada y se la llevaron a Morelia.

Recuerda que uno de los templos más queridos por los católicos, del que desde la donación del terreno, su construcción por la señora Guadalupe sierra, ella lo construyó con la intención de que apareciera su marido perdido, del cual, tiempo después supo que había quedado por el rumbo de Caracuaro, hasta que una autoridad municipal -se dice que Luis García- personalmente, subió para empezar su demolición y se cayó quebrándose un pie, los que no estaban de acuerdo decían que por castigo de Dios.

Era un edificio con piso de madera, en su atrio con una especie de kiosco de pura camelina a donde llegaban los intelectuales a realizar sus tertulias y los políticos a componer al mundo.

Era un espacio con muchas flores, con 50 duraznos, 3 aguacates y un chirimoyo con tres ramas que dabas diferentes tipos de fruta, con mucho hueso, otra con poco y la tercera con casi nada.

Al centro, mamá hizo un pozo para sacar agua y regar las plantas, y: un día, cuando recién sonaban las tres de la tarde en la parroquia del Santo Patrono Santiago Apóstol, por sobre de mi paso una señores vestida de negro muy fino, acordonado, mantilla y lujosa peineta, pero nunca le vi las manos, nadie me quería creer, ni el Señor Obispo de esa época, Monseñor Pío Lopez, en ese tiempo en opinión de santo.

Luego platicó, si no mal recuerda, que en 1914 se acuñó una moneda en Ario y de la leyenda de una mujer muy hermosa, Guadalupe La Chinaca, líder de mujeres guerrilleras que, estando ellas en Tecario, supieron que los contrarios de Morelos iban muy cerca en Ario y rápido le dieron aviso.

Su mayor satisfacción es que como reconocimiento le pusieran su nombre a la Biblioteca Eudelina Marroquín Marroquín, con el corte de listón el día 6 de Enero de 2012, un día antes de la toma de protesta de Irma Moreno Martinez como Presidenta Municipal de Ario. En la ceremonia estuvieron uno de los gestores, Jorge Moreno Martinez y Arturo Alvarez Toledo, ex funcionarios.

Un hermoso edificio de dos plantas, con salas de conferencias, de lectura, de medios, ludoteca, jardín, bodega, módulo de atención y consultas y oficinas administrativas.

El día de la entrevista Eudelina saludo al actual presidente Municipal Cenobio Hernández Lara y le prometió recuperar libros que hablan de la historia local y que han sido sustraídos.

Su sueño es tener vida y salud para compartir con las nuevas generaciones su sabiduría, editar un libro con sus memorias y que se acabe la corrupción, malvivencia y que regrese la unidad para que todos se vean como hermanos, sin importar religión, ideología política o estatus social, que como dice Isaías Avilés Piñón, líder de la Asociación Civil de Artesanos, Ario se convierta en Pueblo Mágico con la participación de todos.

Cuando quieran visitarme -dice nuestra personaje-, me encuentran en la Biblioteca Eudelina Marroquín Marroquín, ubicada en Portal Carbajal Número 3-C, frente a la plazuela Miguel Hidalgo; y más al frente en donde existió el templo de Jesús Maria y donde todavía está el Colegio Vasco de Quiroga, donde estudié. Gracias Nayarit y al director del periódico Gente y Poder, por voltear hacia el Centro de Michoacán, los saludo y les mando bendiciones, puntualiza Eudelina.