CON PRECAUCIÓN: Jeringas desechables

Por Sergio Mejía Cano

03 / Febrero / 2016

Hubo un tiempo en que por nuestras calles era muy común ver en algunas casas letreros que decían que se ponían o aplicaban inyecciones; igual, los chicos cuyas mamás se dedicaban a esto, estaban acostumbrados a que en cuanto llegara alguien a ponerse una inyección, su mamá les gritara que pusieran a hervir la jeringa o la misma mamá le decía a la persona próxima a ser ajusticiada que nomás esperara a que hirviera la jeringa, lo que se hacía con todo y sus respectivas agujas.

Pero todo esto acabó, pues se prohibió el uso de las jeringas tradicionales obligando a quien requiriera ser inyectado –en el buen sentido de la palabra- acudiera primeramente a comprar una desechable; y obviamente con esta medida creció indudablemente la industria de los fabricantes de dichas jeringas desechables. Y lo bueno es que en nuestro país dichas jeringas desechables se venden sin ton ni son en prácticamente todas las farmacias y hasta en algunas tiendas de abarrotes quizás. No así en el vecino país del norte, porque según refieren personas que han estado allá, dicen que no venden jeringas en ningún lado supuestamente por control de la drogadicción en que es necesaria una jeringa para que alguien se ponga en sus ocho sentidos; así que si alguien necesita medicarse mediante inyecciones, por fuerza tiene que acudir a un consultorio o a un hospital para que le sea aplicada. Se afirma que es una medida a nivel nacional en los USA, pero que los gringos que les gusta drogarse inyectándose alguna substancia en la vena, y que viven cerca de la frontera con nuestro país no sufren en absoluto por falta de jeringas, ya que con tan solo pasar a nuestro país, se surten de todas las que necesitan y hasta más para surtir allá con ellos.

Según se dijo, el motivo por haber prohibido las jeringas tradicionales, era por higiene y salud, debido a que supuestamente las nuevas desechables ya vienen completamente esterilizadas; sin embargo, si a cuestión de higiene vamos, de acuerdo a como está el ambiente de contaminado, y más en los sanatorios y hospitales privados y públicos, se entiende que en cuanto se abre el paquete que contiene una jeringa desechable, ésta ya se contaminó de inmediato con las bacterias que se nos ha dicho constantemente, pululan en el aire, así que cuál higiene y salud entonces. Lo que pasa es que con esta medida se favoreció a los fabricantes de dichas jeringas de plástico. Y por supuesto que se puso en evidencia a los demás utensilios médicos que se tienen que manejar supuestamente esterilizados tanto en consultorios como sanatorios y hospitales de toda índole; por lo que es de ponerse a pensar que los aparatos esterilizadores que existen en estos lugares no servían para las jeringas, pero sí para los demás aparatos destinados a las cirugías.

Lo que sí es un hecho, es que tal medida de haber prohibido las jeringas tradicionales y que hasta se volvieron caseras, lo que único que vino a incrementar fueron los montones de basura infecciosa y el peligro de que primeramente se pinche el hocico con las agujas desechadas un perro o un gato que estén hurgando la basura antes de ser recogida, en segundo lugar alguna persona que haga lo mismo, luego el personal encargado de la recolección de esa basura y por último los pepenadores que al meter la mano en alguna bolsa lo primero que toquen sea una jeringa desechable que tenga su aguja en ristre. Lo malo es que no son pocas las jeringas de este tipo las que se utilizan a diario, pues se podría decir que son miles las que se utilizan todos los días y noches; y que a nivel nacional se convierten en millones de jeringas que al tirarse, contaminan todo el entorno por donde primeramente están y después por donde van pasando, porque hay que tener en cuenta que si bien unas de estas jeringas su usaron para una simple vacuna, ésta misma se compone de algún virus, y así como con algunas inyectan penicilina, con otras extraen líquidos altamente infecciosos de personas muy enfermas con algo contagioso. Y el peligro estriba en que ya se ha documentado que las jeringas ya usadas y que se tiran a la basura, no tienen un verdadero control de a dónde van a parar; y bien podrían llevar residuos de todo tipo de contagio en que fueron usadas.

Y es bueno recordar que cuando se hizo obligatorio el uso de jeringas desechables, se dijo que las tradicionales, así fueran bien hervidas, aun así podrían guardar virus o bacterias que pudieran infectar a alguien más, ¿y? Nomás se dijo, pero no se comprobó de bien a bien.