CON PRECAUCIÓN: La historia es fundamental

Por Sergio Mejía Cano

08 / Febrero / 2016

La se ha vuelto común que al llegar un día festivo oficial, algunas personas se aboquen a la tarea de preguntar a familiares, conocidos y vecinos de las nuevas generaciones e incluso hasta contemporáneos si recuerdan qué es lo que se está festejando determinado día, y sorprende en realidad cómo cada día crece el número de personas que prácticamente desconocen de bien a bien qué es lo que se festeja así en los calendarios lo diga.

La primera vez que puse atención en esto fue allá a principio de la década de los 90 del siglo pasado un 20 de noviembre. Andando por las calles del Centro Histórico de Mazatlán, Sinaloa, presenciando el desfile me di cuenta que unos reporteros de un diario local estaban entrevistando a los padres de familia ahí reunidos, por lo que me acerqué a oír qué les estaban preguntado. La pregunta versaba sobre si sabían a qué se debía el desfile, y grande fue mi sorpresa al oír que la mayoría de los entrevistados no supieron responder de bien a bien qué se conmemoraba y el porqué del desfile. Algunas señoras y señores, después de decir que se encontraban ahí para ver desfilar a sus hijos porque en la escuela les había dicho que iban a desfilar disfrazados de deportistas o con el uniforme del deporte que practicaban en la escuela; al insistir los reporteros si sabían qué se festejaba o a qué se debía el desfile, varias personas respondieron a que porque era el día del deporte, alguien más contestó que desde que ellos eran niños se celebraba el 20 de noviembre, pero que no sabían por qué; y sí hubo quien dijera, pero no muy convencido al responder como preguntando a la vez si era ¿por la revolución?

Desde luego que no se generaliza porque obviamente que tiene que haber mucha gente que sepa de bien a bien qué se celebra cada día que se marca como festivo en el calendario; sin embargo, igualmente así como hay gente que sí sabe, también es justo reconocer que se ha incrementado la cantidad de personas que cada día se alejan más y más de los hechos históricos, y a esto ha contribuido en gran manera el hecho de que se hayan recorrido los días de festejo original al lunes anterior al día festivo, pues esto ha generado que las fechas históricas de nuestro país se vayan difuminando poco a poco e irremediablemente y más, si no se les pone énfasis en las escuelas a las nuevas generaciones y sobre todo si en sus casas no se tocan esta clase de temas.

Todo esto viene a colación debido a que precisamente este 5 de febrero, día en que se conmemora la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, varios amigos y conocidos nos dimos a la tarea de preguntar a nuestros allegados, vecinos y gente de encuentro ocasional, si sabía por qué era día festivo. Y precisamente, este día es más difícil de decir qué se festeja porque no es algo que llame tanto la atención como el nacimiento de Benito Juárez que coincide con el inicio oficial de la primavera y por ende, mucha gente recuerda más la primavera que a don Benito Pablo; o como el día del trabajo y por supuesto el 16 de septiembre. Lo más sobresaliente al andar de preguntones fue que la mayoría de nuestros conocidos no tienen en sus hogares el libro de la Constitución, y algunas personas que sí lo tienen señalaron que es como si no tuvieran nada porque a cada rato la están reformando y por lo mismo ya está muy desvirtuada.

Y un vecino dijo que de todos modos de nada sirve que la estudies o sepas lo que dice la Carta Magna, porque por ejemplo si en un retén o en una revisión de rutina alegas el artículo 16 y clamas por tus garantías individuales a los policías, la mayoría de las veces te va peor por negarte a ser revisado en tus pertenencias o papeles o por negarte simplemente a bajarte de tu vehículo para ser revisado tanto tú como tu vehículo que a fin de cuentas sería como allanamiento de morada, y hasta te acusan de resistencia de particulares, así que dicho artículo es letra muerta para muchas autoridades; como el dichoso artículo 39 que para muchos gobernantes no existe porque no aceptan cambiar el sistema de su gobierno porque supuestamente lo que ellos hacen están bien hecho y lo que el pueblo diga no cuenta para nada.

La historia de nuestro país es fundamental para el crecimiento intelectual de las nuevas generaciones, la base para saber de dónde venimos y el porqué de dónde estamos hoy en día, pues bien se dice que un pueblo que no conoce su historia irremediablemente está condenado a repetirla. Pero en fin. Sea pues. Vale.