Liverpool otra vez en la mira por alteración de documentos

* Hay denuncias contra funcionarios de la tienda y un grupo de abogados; se sospecha que habrían tramado la alteración de pagarés para fraguar demandas y quedarse con sumas de dinero de numerosos clientes.

09 / Febrero / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

La Fiscalía General de Justicia (FGE) mantiene abiertas denuncias penales que involucran a funcionarios de la tienda Liverpool en Tepic y a un grupo de abogados, por el probable delito de falsificación de documentos, con los que han sido interpuestas demandas mercantiles y pretenden quedarse con jugosas sumas de dinero o bienes de los clientes.

En octubre del 2015, en este espacio se presentaron dos casos en que se evidenció que pagarés llenados a mano, uno por 173 mil pesos y el otro por 280 mil, no fueron reconocidos por los respectivos clientes y, de hecho, ganaron los juicios.

Y una situación similar es la que ahora viven el ingeniero Alejandro Murillo Medina y su esposa Josefina Herrera Jiménez, avecindados en la cabecera municipal de Xalisco. Si inicialmente enfrentaron una demanda mercantil y una denuncia penal, posteriormente fueron abiertos otros dos expedientes mercantiles, en base a pagarés de Liverpool que desconocen: uno por 467 mil 495 pesos que se le achaca a Murillo, y otro por 330 mil 600 pesos de su esposa.

¡Imagínate. Esto es imposible. Que nos digan qué compramos con esas cantidades!...nos han hecho pasar por muchas cosas: por intimidaciones, por amenazas o buscando avergonzarnos en la colonia donde vivimos. Han pegado papeles en nuestra casa y en la calle, en los postes, donde nos ponen de lo peoryo un día de plano le dije a uno de los abogados: ‘me pones otro de esos anuncios y no te voy a denunciar. Te voy a poner una putiza’, exclama Murillo Medina.

Para el abogado Eduardo Ramírez Roque, que asesora a la pareja, hay evidencia del delito de falsificación de documentos de crédito, y es que, señala, los pagarés de Liverpool anexados a estas demandas mercantiles fueron llenados por manos extrañas, y anotando sumas unilateralmente.

Si el documento está impreso en máquina, ¿por qué están anotadas a mano las cantidades que supuestamente se deben?. Porque es un documento fabricado, es falso.

Lo insólito es que, a diferencia de otros casos, aquí es una pareja, por separado, quien fue demandada por cantidades altas.

De acuerdo con Alejandro Murillo, no ha sentido imparcialidad de funcionarios judiciales que conocen sus casos. Los ejecutores –del Tribunal Superior- llegan con los abogados que nos demandan y eso para empezar no se ve bien, da a sospechar. Un día ya me querían embargar hasta la casa.

Por su parte, Ramírez Roque considera que la Fiscalía General debería proceder penalmente y sentar precedente para frenar a empleados de negocios u abogados que rellenan los pagarés con cantidades a su antojo.

Murillo Medina cuenta que en una ocasión acudió a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para que conocieran su asunto. Una abogada habló por teléfono a Liverpool y luego, tras obtener una respuesta, le dijo: vaya a la Fiscalía y ponga su denuncia.

Según el relato de una familia en octubre pasado, una funcionaria de Liverpool y un abogado fueron llamados a la Fiscalía General tras presentarse denuncia contra ellos, y solo entonces se desistieron de la acción mercantil.

Pero tal parece que se trata de una problemática sistemática que fue fraguada en los últimos años y que serían numerosos los casos donde hubo alteración intencional de pagarés, agraviando a clientes de la citada tienda.

En las denuncias penales interpuestas por Alejandro Murillo y su esposa Josefina Herrera, se solicita a la Fiscalía General que realice inspecciones en las cajas de cobro de Liverpool para verificar que en las notas de venta no existen anotaciones en los espacios en blanco de los pagarés, mientras que en las demandas mercantiles ya aparecen las anotaciones irregulares, a mano.

Funcionarios judiciales han insistido a los consumidores que cuando realice este tipo de compras, sean tachados los espacios en blanco de los pagarés para evitar un futuro mal uso.