CON PRECAUCIÓN: CON PRECAUCIÓNNo pido que me den

Por Sergio Mejía Cano

09 / Febrero / 2016

Ahora que se dio a conocer la aprehensión en España del exgobernador de Coahuila y también exdirector nacional del PRI, Humberto Moreira, el actual dirigente nacional de ese partido, Manlio Fabio Beltrones Rivera, señaló ante la opinión pública palabras más, palabras menos, que su partido político no era responsable de lo que hicieran sus integrantes, tal vez como tratando de desligarse de su congénere en caso de que se le descubriera algo que lo hiciera culpable de algo, cosa que al parecer no fue así, pues fue dejado en libertad y ya goza de la misma en nuestro país y hasta disfrutando de una jugosa jubilación por haber ejercido, según la nota periodística difundida en la mayoría de los medios noticiosos, nada más tres años como profesor.

Sin embargo, todos los ilícitos que se dijeron había cometido el señor Moreira, quizás no los hubiese cometido, en caso de haberlo hecho, de no haber pertenecido a esa asociación política, porque de no ser militante de un partido político no hubiese sido gobernador y mucho menos dirigente del partido que lo ha cobijado durante su vida política; así que no tenía por qué tratar de desligarlo del partido el señor Beltrones, porque todo lo hecho por Moreira, bueno y malo, lo hizo sabiéndose protegido por su partido político.

Pero como sea, si hoy se desgarra las vestiduras el señor Moreira y hasta amenaza con demandar a quien supuestamente le hizo un gran daño moral, ya nada ni nadie le quitará la mancha que llevará mientras viva, una mancha igual a la que llevan la mayoría de los políticos en nuestro país, una mancha que por más honestos que pudieran ser algunos de ellos, aun así gran parte de la ciudadanía los tacha de corruptos y deshonestos a todos, sin dejar títere con cabeza.

Cuantos políticos no son señalados por el dedo acusador del pueblo de enriquecimiento ilícito que, sin que se les compruebe fehacientemente por parte de la población, los mismos acusados se ponen en evidencia al tener un cambio muy radical en su forma de vida, la que da para ellos y su familia un giro de 180 grados y que por lo mismo, la mayoría de la opinión pública de inmediato se pregunta el cómo y el porqué; y los más avezados hasta se ponen a hacer cuentas de lo que pudo haber ganado alguien que durante un encargo de elección popular o siendo funcionario, vamos pues, con el solo hecho de no haber vivido en el error y estar mamando del presupuesto, y por más cuentas y cuentas estas muchas de las veces no llegan a cuadrar, porque en la mayoría de los casos surge que así haya ahorrado hasta el último centavo de su salario como funcionario y sin gastar en comida ni ningún tipo de manutención para ellos y su familia y aun sin pagar luz, agua, predial, etcétera, les sobra mucho dinero y más, cuando los hijos de algunos de ellos presumen viajes y automóviles de súper lujo, así como ropa y calzado de los más caros, como por ejemplo los vástagos del líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps. Entonces es cuando surge la duda entre la opinión pública de cómo le hizo un funcionario para haber juntado toda esa riqueza económica que ostenta y que no tenía antes de haber dejado de vivir en el error. Obvio que algunos suelen recurrir a la explicación de la herencia de un tío rico o salen con la desfachatez de que ya eran ricos de abolengo pero no lo habían dado a conocer por temor a ser secuestrados sin contar con el fuero constitucional.

Ah, y a propósito de líderes sindicales, también son claramente señalados por la opinión pública como culpables de enriquecimiento ilícito, porque hasta hoy no se conoce un solo líder sindical que viva en la inopia o al menos en casa de interés social y que viaje en colectivo o en un modesto automóvil, en bici, en moto o al menos en taxi; jamás se ha visto algo así. La mayoría, si no es que todos los líderes sindicales de nuestro país ostentan una vida de lujo y excentricidades que ya la quisieran llevar muchos líderes y hasta políticos de otros países.

¿Por qué será tan popular en nuestro país esa frase tan común de no pido que me den, sino que me pongan donde hay? ¿Será por eso de que en arca abierta, hasta el más justo peca? Y el señor Moreira, ¿se puso o lo pondrían en donde no debía? Por supuesto que solamente el tiempo lo dirá y le dará la razón a quien la tiene. Lo malo que el país que señaló al político mexicano como lavador de dinero y perteneciente a grupos delictivos, tiene muchas inversiones económicas en México. Pero en fin. Sea pues. Vale.