CON PRECAUCIÓN: Su majestad el poliéster

Por Sergio Mejía Cano

08 / Marzo / 2016

Como prácticamente todos los años en que empiezan las vacaciones primaverales, mucha gente comienza a hacer los preparativos para irse a la playa principalmente y desde luego otros lugares, por lo que se previene de un ajuar para llegar estrenando alguna prenda al lugar elegido. Sin embargo, es un hecho de ver cómo infinidad de personas se sorprenden cada vez más al notar que las fibras sintéticas son las que hoy en día señorean en la mayoría de las prendas de vestir.

Pantalones cortos de los llamador shorts, trajes de baño, playeras y hasta ropa interior, que se ven bien, muy vistosos y toda la cosa; pero casi todas estas prendas son de poliéster, claro que las hay combinadas pero son las menos, ya que lo que predomina es el poliéster, que prácticamente viene siendo plástico y pues para andar en la playa a pleno Sol, pues como que no va, porque como dijeran los jóvenes de la tercera edad: se calienta el negocio de más.

Sin embargo, no nada más lo sintético reina en la vestimenta de los adultos, ya que por ejemplo los pañales desechables también están elaborados con fibras sintéticas que según ya se ha documentado, ha generado irritaciones en la piel de los bebés, como también en los adultos las prendas íntimas hechas con poliéster o licra. Y en cuanto a los bebés, hace algún tiempo apareció un artículo que advertía a las madres de los peques que tuvieran cuidado en el uso de los pañales desechables, y más con los que se anunciaban como súper-absorbentes, porque de acuerdo a ese artículo, los productos químicos que generaba tal absorbencia causaban serios daños en los genitales de los bebés, y más en las niñas porque dichos productos químicos también les absorbían los flujos naturales resecándolos a tal grado que en muchos de los casos podría sobrevenir una severa infección. Algo que también ha ocasionado en la gente adulta, de ahí que se recomiende usar ropa de algodón mínimo; pero el problema es que casi no se encuentran en el mercado las prendas de algodón al cien por ciento en su composición.

Desde luego que sí hay playeras, pantalones y ropa íntima cien por ciento de algodón, pero si no son muy caras, al menos sí muy difíciles de conseguir. Y lo malo es que a mucha gente no le gusta este tipo de ropa porque puede deformarse o encoger a la primera lavada; y además, por seguir los consejos de las personas que están a favor de las prendas de poliéster y licra, porque aducen que son más baratas, no se deforman y no necesitan plancharse. Pues sí, pero al andar a pleno solazo se calienta de más lastimando la piel; y la licra, si bien se expande y se ajusta al cuerpo, por el hecho de la composición del tejido, éste no deja respirar la piel, por lo que podría sobrevenir algún malestar por lo antinatural y que no se lleva con la piel.

Y obviamente también está el calzado que en su mayoría también ya es sintético; y si hay calcetines de algodón, estos, para que conserven su figura y no se bajen hacia los tobillos tienen que estar combinados con otros tejidos sintéticos como el elastano y otras substancias, todas, derivadas del petróleo.

Recuerdo que hace muchos años, allá a mediados de los años 60 del siglo pasado, estando en prácticas de deporte en la secundaria, algunos compañeros se quitaron la playera aduciendo que tenían mucho calor; entonces, el instructor les dijo que no hicieran eso, ya que los rayos del Sol les dañaría más la piel y paradójicamente les daría más calor aún. En ese entonces sí predominaba el algodón en la mayoría de las camisetas para deporte, porque como el poliéster no entraba de lleno al mercado y las prendas que había eran más caras que las de algodón, de ahí que hubiera más prendas de vestir de algodón que de fibras sintéticas. Y siguió el profesor de deportes que cuando viéramos a un compañero o a alguien más que se quitara la camiseta porque tenía calor, le dijéramos que no hiciera eso, que estaba mal. Y nos explicó que las prendas de algodón, al sudar el cuerpo absorbía el sudor y se mantenían frescas precisamente por el mismo sudor y por ende a quien las portara y además, nos protegían de los rayos solares, porque mientras más sudáramos mejor, pues el sudor se quedaba en la prenda y quienes se quitaban la camiseta el sudor resbalaba en la piel y ya no se protegía la piel de espalda y pecho que es la menos resistente al Sol.

Y ha llegado a tal grado el uso del poliéster sustituyendo casi toda la ropa que hasta paliacates es difícil encontrar de algodón. Pero en fin. Sea pues. Vale.