Los aficionados al rey de los deportes le rinden merecido homenaje a Héctor Serafín y a Ray Betancourt

14 / Abril / 2016

Por José María

Castañeda

Santiago Ixcuintla.- A partir de las 7 de la noche de este sábado 16 de abril, el Estadio Revolución será escenario del juego de estrellas del campeonato sabatino local, mismo que llevará como ya es tradición las acostumbradas pruebas de campo.

El juego de estrellas con sus respectivas pruebas de campo será el marco ideal para rendirle un homenaje merecido a dos personalidades del rey de los deportes, uno de ellos el aficionado y motivador de los equipos de beisbol profesional de la década de los 70s hasta los 90s, Raymundo Betancourt Ceballos, y el magnífico pitcher de la década de los 80s, Héctor el Caimán Serafín, quien sin contar con una gran velocidad en su brazo derecho de lanzar si en cambio tenía un control que lo hiso ser tomado en cuenta por el equipo de Hermosillo en Liga del Pacifico, y por Tabasco en Liga Mexicana, por aquellos años había en el municipio dos pitchers que los aficionados por sus grandes facultades tarde que temprano los íbamos a ver lanzar en el beisbol profesional cosa que así sucedió.

Recuerdo en una ocasión acudí a la ciudad de Hermosillo, a invitación que me hiciera el amigo desgraciadamente ya fallecido Héctor el Pirrín Quintero, conductor de un tráiler que hacía viajes de Guadalajara a Tijuana, cargado de diferentes tipos de carga, esa vez el Pirrín llevaba una carga de aceites de la marca Texaco al poblado de Navojoa, Sonora, en donde íbamos a cargar llantas para llevarlas de regreso a Guadalajara, por desgracia al llegar retrasados no logramos la carga por lo que nos fuimos a Obregón a la harina de pescado, luego a Hermosillo a la naranja, pero como no había carga nos quedamos en casa de una abuela del Pirrín, y en la noche al encender el televisor para ver si había beisbol lo primero que vimos fue el rostro de Héctor Serafín, por lo que más rápido que nada nos fuimos al estadio Héctor Espino de la capital del estado de Sonora, donde al vernos el Caimán se le iluminó el rostro, por lo que una vez que concluyera el juego nos invitó a cenar, la sencillez del flaco fue una de sus características por eso no deja de llenarme de tristeza enterarme del mal que lo aqueja, pero eso sí con la mejor de mi sonrisas iré al Estadio Revolución a otorgarle un poco de lo mucho que nos dio a los aficionados al rey de los deportes Héctor Serafín Hernández, el Caimán.