Numinor: Sobre el ‘Rocío de Mayo’ A los hermanos de Heliópolis

Ángel Agustín Almanza Aguilar

12 / Mayo / 2016

-Ya te habíamos hablado de lo que significa para nosotros el ‘León Verde’, es decir, el primer ‘agente magnético’ que empleamos en la preparación del disolvente ‘Alkaest’, ¿lo recuerdas?, me dijo aquel anciano.

-Pero me confunden ustedes ya que, por una parte, me aseguran se trata de una ‘materia inmadura’ y luego, que de una ‘agua’, y me hablan de un rocío de mayo’. No, no entiendo, le respondí.

-El ‘rocío de mayo’ Mayo, como bien lo sabes, es el mes de la madre, de María, de Maya de la Virgen-Madre, de Notre-Dame. Es este mes cuando la sabia naturaleza –no olvides que es primavera, la estación propicia para los trabajos de la obra-, durante la noche y con el tranquilo aire y el cielo puro, facilita la ‘condensación’ del Espíritu Universal, nuestro ‘fuego secreto’, en forma húmeda, penetrando la materia, haciéndola vegetativa. Esta ‘humedad vivificadora’ debe extraerse de un cuerpo, teniendo por abyecto por el común de los mortales; despreciado por el vulgo

-No entiendo.

-¿Recuerdas cuando juntos leíamos las obras de Nicolás Valois y Grosparmy? ¿Recuerdas aún aquello de que hay una piedra de gran virtud, y es llamada piedra y no es piedra, y es mineral, vegetal y animal, que se encuentra en todos los lugares y en todos los tiempos, y en todas las personas?

-¡Ah, sí! La piedra oculta en la ‘fuente’, en lo más profundo; que está cubierta de fiemo y excremento; que está ‘animada’ y posee la virtud de procrear y engendrar. Sí, recuerdo.

-Estamos hablando de la condensación del espíritu universal, y de un ‘rocío celeste’ de un trabajo que es necesario y preciso realizar en primavera, en mayo: nuestra evolución está en juego. También es fundamental el saber ‘prepare’ el recipiente, nuestro ‘vaso’, y convertirlo en forma y a menara de ‘imán’, para que atraiga a sí esa ‘agua celeste’, ese ‘rocío de mayo’

-¿Hablas del ‘salivazo de la luna?

-En efecto. Los antiguos filósofos herméticos nos decían que, en la oscuridad absoluta y las tinieblas, en la ausencia de la luz, se dá la condición primordial, esencial, de una generación cualquiera. Te advierto, como antes los he hecho, que se trata de mutaciones internas, de orden psíquico; de entrar a niveles de conciencia cósmica, y no lo tomes a broma, porque estas operaciones y trabajos no están exentos de peligros reales, tanto físicos como mentales. Ahora bien, se nos instruyó en el saber qué entender por ‘espíritus’, y que conocemos ya como ‘influencias reales’, que actúan poderosamente sobre los organismos vivientes, sobre la ‘piedra’, siendo la radiación lunar uno de ellos ¡Ah, no olvides comenzar a prepararte cuando veas en el cielo a la luna creciente y a Venus muy cerca de ella. Las radiaciones ‘esmeraldas’, cetrinas, son muy bien vendidas. Cuida tu vasija, que es de barro vil, pero lleva un tesoro sagrado en su interior, y es nuestro ‘Grial’.

A ese anciano ya no lo he visto, y quizás ha pasado a mi lado de manera inadvertida o quién sabe. Lo estimo mucho.

GARAJE: Este texto pertenece a mi libro ‘Crónicas de un Fantasma’ –en manuscrito-.