Otro muerto a consecuencia de la imprudencia de motos locos

29 / Junio / 2016

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Las carreteras se han significado por convertirse han pistas de carreras, luego que una gran cantidad de menores de edad cuyos padres a instancias muchas de las veces de las madres les compran mediante un pequeño enganche en tiendas como Aurrera, Elektra etc., motocicletas para dárselas a sus hijos, sin que estos tengan la menor noción de lo son los reglamentos de vialidad.

El resultado de esto son la enorme cantidad de accidentes viales que muchas de las veces se convierten en mortales por necesidad. Ejemplo de lo antes señalado sucedió el pasado fin de semana por la carretera que conduce del poblado de la Presa al Papalote, luego que un anciano de nombre José Manuel Acosta Guzmán, de 65 años de edad, viajaba a bordo de un triciclo con destino a su hogar, cuando a la altura del centro de salud del poblado fue embestido por un moto loco, quien luego del accidente provocado por su imprudencia se dio a la fuga, dejando a su víctima tirado por sobre el pavimento, presentando a simple vista un cuadro de traumatismo craneoencefálico.

De inmediato mucha gente acudió al lugar del accidente, presumiéndose que algunos de ellos trataron de evitar datos que den con la identidad del responsable luego que debido al golpazo la llanta lateral delantera izquierda del triciclo fue arrancada de su base, lo que da a entender que la motocicleta también sufrió daños de consideración así como su conductor, sin embargo aun así logró darse a la fuga. Pero continuando con el lesionado Juan Manuel Acosta Guzmán, éste debido a lo caliente del pavimento fue cubierto de los rayos del sol por sabanas, mientras que otros trataban de darle oxígeno luego que el accidentado debido a una edema pulmonar mencionaba que le faltaba aire. Al llegar paramédicos de Cruz Roja, estos lograron estabilizarlo llevándolo a la sala de urgencias del Seguro Popular, donde luego de estar hospitalizado por espacio de 3 días finalmente perdió la vida el sexagenario.


Comentario aparte es el que ha señalado, la gente del ribereño poblado manifiestan que tuvo que suceder este accidente para que las autoridades hayan decidido levantar topes, o sea, aquí, como dice una vieja conseja popular después de ahogado el niño tapar el pozo, sea por Dios.