El panteón se convirtió en la cueva de Alí Baba y los 40 ladrones en Santiago

04 / Noviembre / 2016

Por: José María Castañeda

SANTIAGO.- Como ya es una costumbre los días 1 y 2 de noviembre los panteones de comunidades pueblos y ciudades se ven atestados de personas que acuden a depositar flores y coronas, a amigos y familiares que se han adelantado en el viaje sin retorno.

Santiago Ixcuintla mi pueblo no fue la excepción y ayer desde temprana hora acudí a la necrópolis a pintar las gavetas de mi abuela hermano y demás familiares, luego que fue el compromiso que me eché a cuestas el de pintar las gavetas donde yacen los despojos de mis seres queridos, hasta que pueda hacerlo personalmente cosa que considero que ya no falta mucho luego que ayer debido a la operación de rodilla que me hicieron en el mes de mayo, camino con dificultad apoyado en un bastón y con la ingesta de calmantes para la inflación y el dolor, Pero vayamos al caso ayer era un romerío de personas que desde acudían a pintar y a depositar ofrendas florales al camposanto, percatándose este escribano de la enorme cantidad de basura acumulada entre las lápidas luego que los dolientes barrían la basura entre las gavetas, sin que el administrador Pedro Najar Alvarado, y el personal a su cargo hayan retirado la basura a los lados es decir pegado a las bardas que circundan el camposanto como año con año lo hacen.

Esta vez no se recogió la basura lo que levantó la inconformidad de los dolientes que acudían a visitar a sus deudos, Pero no solamente era la basura acumulada sino que el personal de la secretaría de seguridad pública hayan realizado operativos, lo que ocasionó que las personas que visitaban el panteón mal dejaban la ofrenda floran en las tumbas cuando jóvenes vestidos con pantalones a media nalga llegaban y se llevaban las coronas y ofrendas florales para venderlas a la entrada de la necrópolis, Como lo mencionaba al inició de la presente nota, este servidor llegó a pintar las gavetas, llevando para ello dos galones de 4 litros de pintura con dos brochas de 6 una para cada color de pintura, y en un momento de distracción debo de reconocerlo desapareció uno de los galones por lo que lejos de darme coraje me dio risa consolándome al comentar que ojala y que quien se llevó la pintura le haya servido para pintar algunas gavetas y que de esa forma sacara algo de dinero, Sin embargo aquí lo que se recalca es que el panteón está vez estuvo retacado de basura, por lo que tachamos por esta vez la actuación del administrador, así como también le ponemos otro tache al comandante Oscar del Bosque, quien de nueva cuenta le sigue fallando a los pobladores en el ámbito de la seguridad, y es que el robo de coronas ofrendas florales y hasta de pintura como fue nuestro caso estuvo a la orden del día. Obre dios.