VIVIR DEL GUSTO DE REPARAR COSAS

20 / Diciembre / 2016

Genteypoder/Acaponeta/Por: Óscar Herrera

Todos los días reparamos cosas, una llanta, una computadora, un celular, nuestro vehículo, tuberías del baño, el techo, una lámpara, la pintura de la casa, etcétera, etcétera.

Tal parece que uno de los grandes objetivos de la vida es reparar cosas, nos presionamos tanto emocional y económicamente cuando algo no funciona que logramos descansar hasta que esto quedó arreglado por completo. ¿No les parece un tanto insignificante y nada extraordinario esa labor como uno de los objetivos del día a día?

Yo creo que nacimos y despertamos día con día para hacer cosas más importantes, cosas como: amar, soñar, sonreír, abrazar, llorar, perdonar, correr, sentir, leer, imaginar, escribir, enamorar, compartir, ayudar e innumerables verbos del alma que tardaríamos una vida en escribir. ¿No lo creen? Pónganse a prueba.

Y no es que tenga nada en contra de reparar cosas dañadas, desde luego es importante hacerlo, pero si vamos a reparar cosas en nuestro día a día, ¿Por qué no también reparar personas, almas, miradas, suspiros, distancias, amarguras, tristezas, aflicciones?

Vivimos una sola vez, y aceptémoslo, vivir es maravilloso, es increíble, a pesar de todas las penas y todos los dolores, aunque a veces nos duela tanto sobrellevarla, la vida es bella, y hay que vivirla.

Dejen atrás su orgullo, sus miedos, sus prejuicios, su coraje, nada enferma más un alma que la falta de paz y la intranquilidad, el alma enferma jamás se cura.

Sean buenos con lo que son buenos con ustedes, pero también con los que no, ayuden a los que a ustedes los ayudan, pero también a los que no.

Traten de ser felices, y hagan siempre, siempre, siempre, Lo que les dice su corazón.

¡FELICES FIESTAS!

El árbol de la vida de Terrence Malick