¿Con quién te embriagas? ¿A quién metes a tu casa?

* La estadística vuelve a confirmar que el agresor sexual de menores generalmente es alguien que conoce a la víctima.
* Un vaso sobre un garrafón confirma las dificultades económicas que enfrenta el Poder Judicial del Estado.

08 / Febrero / 2017

Por Oscar Verdín Camacho

El terrible suceso volvió a repetirse: la violación de una niña y con la misma característica: el alto número de casos donde el agresor conoce a la víctima.

No es otro el motivo para contar parte de lo acontecido la semana pasada en una audiencia de juicio oral en Tepic, sino la reiteración de que los adultos piensen dos veces en manos de quién dejan a sus hijos y, en el caso particular, con quién ingieren bebidas alcohólicas puesto que el agresor ingresó a la casa a invitación del propio papá de la menor, para embriagarse.

Durante la audiencia se ventilaron numerosos datos que prueban que Ezequiel, de 22 años, es el responsable de lo sucedido.

A finales de enero, una noche el sujeto consumió bebidas alcohólicas con el papá de la niña. Horas después se retiró de la finca, pero volvió a ingresar sin que nadie se diera cuenta. El papá de la menor estaba ebrio, dormido.

De hecho, durante la audiencia el sujeto aceptó abandonar el procedimiento ordinario y dar apertura al procedimiento abreviado, en el cual rápidamente fue condenado a 10 años de prisión.

UN CELULAR DISTRAE A MUCHOS

En otro asunto, la silla al lado de una defensora pública estaba vacía. Un individuo al que se le achaca el robo de un celular no se presentó a la audiencia en el expediente penal 234/2017.

Días antes, al sujeto se le impuso una medida preventiva de firma periódica y pudo recuperar la libertad.

Había sido detenido mediante orden de aprehensión. Aparentemente existe un video de una boutique en la colonia San Juan donde él aparecería, coincidentemente al momento que fue robado el celular.

Pero el asunto ha vuelto a despertar preguntas respecto a si debió solucionarse lo más pronto posible, sin necesidad de distraer en su tiempo a un juez, defensores, agentes ministeriales, asesores de víctima.

Y es que ante la ausencia del imputado en la audiencia de vinculación a proceso, un juez solicitó el abandono de la sala de la defensora pública, de una asesora de víctima y del público asistente –sólo este reportero-, puesto que debía tratarse con la agencia ministerial seguramente lo correspondiente a una orden de reaprehensión.

Es decir, un asunto menor que aparentemente debió resolverse rápido, ahora distrae al aparato de justicia.

UN VASO LO DICE TODO: NO HAY DINERO

En una historia aparte, hasta hace unos meses había vasos desechables junto a un garrafón de agua en el pasillo de los juzgados orales. Después llegaron los conos. Y en enero se apareció un vaso de plástico color azul. Y ahí se quedó.

Este reportero ha sido testigo que varias personas –generalmente visitantes que acuden a audiencias- tomaban agua en el mismo vaso, o conseguían hojas blancas para armar un cono, pero ahora ni eso:

Ya no hay vasos, ni conos, ni agua, indica una empleada. El garrafón del pasillo tiene días vacío. Para el consumo de agua de los trabajadores, con frecuencia se cooperan y compran garrafones.

El citado vaso ejemplifica las dificultades económicas que enfrenta el Poder Judicial del Estado.

Y, por cierto, parece agravarse un problema de fontanería en los baños de esos juzgados; podría tratarse de una falla desde el origen puesto que prácticamente diario se reportan falta de agua o fugas, a pesar de que se trata de un inmueble relativamente nuevo. Tan sólo este martes se confirmó que los lavamanos de un baño de mujeres no tenían agua y debió permanecer cerrado. En otros baños sí había agua.