Numinor: El Muro de Peña Nieto y ‘La Jornada’

Ángel Agustín Almanza Aguilar

10 / Febrero / 2017

No lo digo yo, que conste, sino que está publicado en el diario de ‘La Jornada’, y es muy interesante el asunto, ello con respecto a lo que está pasando ante las agresiones demenciales del tal Trumpudo a México y –he aquí el Quid- la controvertida posición de la administración peñista.

Para antes hay que enfatizar algo: Existe ya un ofensivo e indignante Muro en nuestro país, y es el construido por el propio Peña Nieto y sus ‘ad láteres’, el cual consiste en el despreció patológico de este grupo en el poder a la voz del propio pueblo, algo semejante a esa burbuja de cristal del ni los oigo ni los veo.

Veamos ahora los de ‘La Jornada’. Jorge Carrillo Olea (Enero 27, pág. 20): La vergüenza y angustia social (la) exhibición de las torpezas de una autoridad que moralmente ya no lo es las figuras de sistema son inocultables la primera grieta (es) la fractura pueblo/gobierno, su incomunicación, mutuo desprecio y desconfianza. Como pocas veces, la distancia entre ellos es enorme, el pueblo sufre angustias y el presidente mediático parece vivir ajeno esa ausencia de liderazgo la otra expresión es la corrupción increíblemente generalizada

Ahora leamos a Enrique Galván Ochoa: Siguen perdidos en el laberinto del combate a la corrupción sin tocar la impunidad. Emplearon todo el año anterior para crear el Sistema Nacional Anticorrupción y al final de cuentas Transparencia Internacional descalificó con 30 puntos a nuestro país y ahora se acerca al primer lugar mundial en corrupción. (Enero 31, pág. 6).

Sobre la señora Jacqueline Peschard Mariscal, elegida recientemente como presidenta del primer Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, Galván Ochoa nos revela lo siguiente: La señora Peschard es recordada en el antiguo INAI (Instituto Nacional de Acceso a la Información) porque, siendo presidenta, el instituto hizo la compra de un edificio que al final de cuentas está costando a los contribuyentes alrededor de Mil Millones de pesos. A ver si no se les ocurre comprar otro

Bien, Gilberto López y Rivas escribe: Resulta innegable que el objetivo de la Iniciativa de la ley de seguridad interior es legalizar la tareas represivas de las fuerzas armadas (ejército, marina y fuerza aérea) que requiere el grupo gobernante para garantizar la continuación del sistema de explotación y dominación capitalista, en el contexto de las más grave crisis de legitimidad de las instituciones públicas que se tenga memoria Un hecho comprobado es la militarización de la seguridad pública y la presencia de las fuerzas armadas en calles, carreteras, ciudades y poblados, no ha afectado en lo más mínimo a la delincuencia organizada (sic)El proyecto de ley busca dar ‘un marco jurídico’ a las así consideradas acciones de seguridad interior, entre las que destacan primordialmente las operaciones de restauración del orden, claramente dirigidas contra la movilización ciudadana y la resistencia de los pueblos Este proyecto y su amplitud y discrecionalidad inherentes -¿qué otras acciones de seguridad y orden permitirá y quién y sobre qué base las considerará ‘necesarias’?- equivalen a una puerta al abismo, construida y abierta por el miedo creciente que proviene de un gobierno cada vez más ilegítimo y lejano del pueblo (Enero 27, pág. 18).

Y luego que cae la información sobre (¿supuesta o real?) la amenaza del Trumpudo de enviar fuerzas militares a nuestro país para combatir a los ‘Bad Mans’ –los ‘malos’ de su orate cielo divino- ya que, según el extracto de la conversación filtrada, vía telefónica entre aquél y Peña. México no ha hecho la tarea: No están haciendo lo necesario para detenerlos. Creo que su ejército está asustado. El nuestro no. Así que podría enviarlo para que se haga cargo, diría el mandatario de los gringos/ No se mencionó que hubo respuesta alguna por parte de Peña (Feb. 2, pág. 3).

Una ofensa muy grave para el ejército mexicano, y una humillación para Nieto. ¿Existe tal grabación de ese viernes 27?...

Peña Nieto –es la realidad verdadera- tiene muy baja aceptación entre el pueblo, y la gente que lo está apoyando en su busca de ‘unidad’ contra esa avalancha de vituperios del Trump, es por lo general, la misma que se ha venido beneficiando con la corrupción y la impunidad, han sido cómplices y simuladores de esa ‘Delincuencia Organizada’ De allí lo del Muro Peñista.

Pero falta más. Víctor M. Toledo (Jornada Ene. 27 pág. 16) nos comunica que un reconocido psiquiatra, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad ‘Joane Hopkins’, John D. Garner, opinó sobre el estado mental del tal Trump, ello rompiendo un principio del código de ética establecido por la ‘Asociación Estadounidense de Psiquiatría’. Según el académico, Trump está peligrosamente enfermo mentalmente y es temperamentalmente incapaz de funcionar como presidente. Y es porque presenta síntomas de computación antisocial, agresividad, manipulación, egocentrismo, y especialmente un narcisismo maligno, enfermedad que se caracteriza por un deseo patológico de grandiosidad y búsqueda del poder, gozo sádico y una ausencia de conciencia (Lo bueno es que en nuestro país no tenemos a alguien así).