Numinor: APUNTES SOBRE LA CORRUPCIÓN

14 / Febrero / 2017

¿Qué es la corrupción?... Es la acción y el resultado de corromper o corromperse; es Putrefacción, lo podrido, lo echado a perder. Es, en otra acepción, la alteración o tergiversación de algo, y una degeneración de la moral y las costumbres. Los sobornos y cohechos. Es el dañar, el echarse a perder y lo podrido, una descomposición de un organismo, una separación de un sistema en sus partes, el oler mal, el estar engusanado, una perversión. La corrupción lleva consigo una muerte inevitable, por ley natural.

Para que exista corrupción debe siempre haber un agente patógeno, un principio de conducta a ese caos ya biológico como social. La corrupción lleva consigo, también, la oportunidad de un cambio trascendental, de una reorganización del organismo para elevarlo a un grado más positivo de existencia, pero este proceso natural implica lucha y combate terrible, pues el conjunto orgánico que está en proceso de desaparición no dejará tan fácilmente su lugar al nuevo y la batalla de esos contarios es hasta la muerte de uno de los contendientes.

Pero de esas cenizas surgió la nueva criatura

Todo ser lleno de corrupción y pestilencia y hediondez está, irremediablemente, destinado al abismo de un Caos terrible, y debe desaparecer con todo y su gusanera, no hay marcha atrás; su peste mental y su putrefacción espiritual violentaron la ley de la Naturaleza, y actuó con conciencia del mal que causaba, tanto a sí mismo como a la sociedad. Su idolatría a lo material y perecedero los alcanzó y se verán entonces en el espejo de la existencia tal y como son ahora, con rostro putrefacto y su piel cayéndose a pedazos.

¿Es usted creyente? Lea esto: porque el amor al dinero es la raíz de todos los males (I Timoteo, VI, 10). Y: El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción. (Gálatas VI, 8). Los corruptos tienen su alma y su conciencia contaminadas de suciedad (Tito I, 15). Y tocamos esto de la religión debido a la imagen hipócrita y simuladora que ofrecen esos seres cuando de rendir culto divino se patentiza, como los días de la virgencita del Tepeyac, la antigua Tonantzin Todo para que el pueblo, en su inmemorial ignorancia exprese: ¡Oh, qué piadoso es el gobernante, gobernante! ¡No es posible que sea, como dice la malandrina prensa vendida, un corrupto y un malvado!.

A esta caterva de sinvergüenzas se le ha señalado como sepulcros blanqueados, que de fuera se muestran hermosos, más de dentro están llenos de toda suciedad de hipocresía e iniquidad. (Mateo XXIII, 27-28).

¿O usted, lector (a), no piensa en su interior algo así?