CON PRECAUCIÓN: Un siniestro muy siniestro

Por Sergio Mejía Cano

20 / Febrero / 2017

Ahora con el siniestro sucedido en el edificio de finanzas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), es inevitable que muchos nayaritas no recuerden cuando se incendiaron los archivos generales de la Secretaría de Salud de Nayarit (SSN) en el pasado sexenio, debido a que el hecho ocurrió curiosamente cuando las finanzas de la SSN, al igual que las de la UAN hoy en día, no estaban muy claras que digamos y sí muy cuestionadas.

Sin embargo, y como se dice comúnmente que el fuego todo lo purifica, así debió haber sucedido después del incendio en los archivos de la SSN, porque así como se apagó la lumbre, igual pasó con todo el argüende que pesaba sobre las finanzas del Sector Salud nayarita, porque ahí murió todo y todo mundo tan tranquilo, y a otra cosa mariposa.

Si a alguien le quedaba alguna duda de que sí está pasando algo muy grave en la UAN, ahora con este incendio es probable que esa duda se haya disipado, porque más que apagar el mitote, éste se agrandará más y más porque así se diga que fue una casualidad, una coincidencia o tal vez el destino o tal vez el mentado corto circuito nadie con dos dedos de frente creerá esto, ya que cómo es posible que precisamente el edificio de las finanzas de la UAN, en donde se supone podría estar todo lo referente al desfalco y desvío de recursos que se ha informado a través de los medios sufre ahora la UAN, haya sido el que se quemó; ¿por qué no se incendió un laboratorio, un aula o sector de ellas o un conjunto de árboles? No, porque esa casualidad, coincidencia o destino tenía que darse estricta y extrañamente en el edificio de finanzas; ¿por qué? Y esto es lo que debe de poner más en alerta a las autoridades, porque ya tiene tiempo que se ha venido informando sobre las irregularidades detectadas en las finanzas de la UAN, y si a pesar de esto no se guardaron archivos de respaldo en otro lado, mal para los encargados de haberlo hecho, ya que cuando hay cuestionamientos referentes a malversación de fondos, todos los documentos al respecto deben de contar con un buen respaldo y más hoy en día en que la tecnología lo permite con las memorias digitales que no ocupan mucho espacio para ser guardadas.

Y así como debieron haber capturado todos los documentos referentes a las finanzas y archivado fuertemente en otras áreas con todo y su respaldo, igual se supone que como ya hay denuncias de por medio al desvío financiero de la UAN desde hace un buen tiempo, las autoridades ya deben tener en sus manos copia de todos los documentos al respecto, pues de no haber procedido así, entonces sí habría que hablar de pérdida absoluta de toda la documentación; pero si trabajaron seriamente haciendo copias al por mayor de toda la documentación, pues la investigación podría seguir, porque lo que se requiere es que haya justicia y clarificación de lo que ha sucedido realmente con el dinero que le falta a la UAN. Porque si se dice que todo se perdió, que no quedó nada de nada de la documentación, entonces quedará la evidencia para la opinión pública que pasará lo mismo que cuando se prendieron los archivos de la SSN, y que a los días ya nadie se refirió al respecto y como se dice comúnmente: borrón y cuenta nueva. Tan, tan.

Ahora bien: literalmente la UAN ha sido amurallada, es decir, se enrejó todo el campus universitario por lo que el acceso por donde fuera quedó restringido, teniendo que entrar quien lo requiriera por las puertas para el propósito; y además, se dice que hay personal de vigilancia las 24 horas del día, el suficiente para no dejar desprotegidas ciertas áreas, y es precisamente el edificio que se incendió el que por ningún motivo, sin excusa ni pretexto debió quedar sin vigilancia ni un instante, porque se deduce que se tuvo que haber descuidado un buen rato, ya que de acuerdo a las imágenes que han empezado a aparecer en los medios y redes sociales, el daño causado requirió de varios minutos, lo que indica que nadie de los vigilantes puso la atención debida al olor característico del humo para dar la alarma de inmediato. Porque si el inmueble que se incendió es un edificio que guarda documentación importante, su mantenimiento debe ser constante, y más en sus instalaciones eléctricas y por ende su vigilancia tanto por dentro como por fuera las 24 horas del día.

Desde luego que el hubiera no existe, pero de estar algunos guardias cercas de ese edificio, el olor o cualquier tipo de ruido extraño hubiese sido detectado de inmediato y el siniestro no sería tan siniestro.