Gobernar con el escándalo

17 / Marzo / 2017

CIUDAD DE MÉXICO.- Miguel Ángel Yunes Linares se ha dedicado a gobernar Veracruz a través de los escándalos de su antecesor, Javier Duarte. Desde que llegó a la gubernatura no ha hecho otra cosa que sacarle jugo a la corrupción heredada del gobierno anterior, mientras que la entidad sigue sumida en la violencia, la inseguridad y la zozobra en todos y cada uno de los 212 municipios.

Desde que asumió el cargo, Yunes Linares poco ha hecho para mejorar la crisis que vive la entidad. Le interesa principalmente aparecer en los medios de comunicación de alcance nacional dando entrevistas, conferencias o declaraciones basadas en una estrategia para denostar a Duarte y todo su gobierno y, en el último caso, cuando ya está agotado el tema, atacar a Andrés Manuel López Obrador para permanecer en la cresta del tsunami que genera la estridencia declarativa.

Hasta ahora, el expriista convertido en panista pero con ligas estrechas con la maestra Elba Esther Gordillo, poco ha mostrado como gobernador de la entidad. Quizá sea poco tiempo para ver una mejoría en Veracruz, que está sumido en problemas severos de violencia, inseguridad, injusticia y violación a los derechos humanos desde hace muchos años. Pero, por lo menos en el arranque de su administración, Yunes no ha expuesto un plan efectivo para enfrentar esta situación.

En el puerto de Veracruz se ha descubierto una de las fosas clandestinas más grandes del país: 250 cadáveres exhumados de agosto a la fecha. Datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas indican que de 2010 a la fecha, existen 722 denuncias de personas desaparecidas, la mayoría en la zona metropolitana de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Medellín de Bravo, cercanos a la fosa de Colinas de Santa Fe.

A poco más de tres meses de asumir la gubernatura, hay más de 100 homicidios de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo para el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sólo el 3 de febrero se registraron 16 ejecuciones.

Ni el mayor de los escándalos de Duarte podrá tapar la grave situación de violencia que sufren los veracruzanos.

La administración del conflicto ya caducó como forma de querer gobernar para Yunes Linares. Lo que está de por medio en Veracruz son aspectos importantes de gobernabilidad que no se resuelven con declaraciones y acusaciones.

Pero lo que le interesa al actual gobernador es preparar el camino para su familia, para sus hijos Fernando Yunes Márquez; el alcalde de Boca del Río, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez y para Omar Yunes Márquez.

El clan de los Yunes, incluido el priista Héctor Yunes Landa, se prepara con miras a la elección del 2018 y el mejor camino que ha encontrado hasta ahora es el usufructo del nombre de Javier Duarte.