Numinor: La Locura del Evangelio- Ustedes son dioses

Ángel Agustín Almanza Aguilar

07 / Abril / 2017

El próximo domingo comienza la Semana más sagrada del Cristianismo, es el día llamado ‘De Ramos’, cuando –según los Evangelios- nuestro Señor Jesucristo entra a la Ciudad Santa, ‘Jerusalém’, montado en un humilde asno –que debió haber aprendido muchas cosas y ser sumamente bendecido al llevar en su lomo al Salvador de la Humanidad-, siendo alabado con ‘hosannas’ como a un rey, cuando después esa mayoría de abigarrada gente gritaría desvariadamente el ¡Crucifícale, crucifícale; que su sangre caiga sobre nosotros!

En el lapso de esa semana el ‘Verbo-Luz hecho carne’ realizaría actos muy significativos –ya había resucitado a Lázaro, caminado sobre las aguas, curaba a enfermos con graves dolencias, y otros maravillosos milagros-, ahora, dentro de la ciudad santa, azotaría a los ‘mercaderes del templo’, se enfrentaría a los hipócritas religiosos –esos ‘sepulcros blanqueados’-, y establecería la ‘Santa Cena’, hablando sobre el ‘Pan-Carne’ y el ‘Vino-Sangre’, en aquél cáliz que, con el tiempo, las leyendas llamarían el ‘Santo Grial’. Vendría, cuando su aprehensión, el abandono de sus apóstoles, la traición de Pedro y de Judas, y –significativo- la hermosa lealtad de las mujeres (las llamadas ‘Tres Marías’), que lo siguieron hasta el calvario y que fueron las primeras (se lee fué la controvertida María Magdalena, de la que hablaremos en el próximo número) que fueron testigos de la resurrección del Gran Maestro; que vieron la tumba vacía, la sábana blanca –el Sudario- doblada (sic), y seres con ‘vestiduras resplandecientes’ que les dijeron: ¿por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?


Cristo-Jesús había resucitado (¿en sábado o domingo?), con cuerpo de ‘carne y sangre’, y Tomás (¿’Gemelo’ de quién?) lo había comprobado al tocarlo; comió pescado, con los de Emaús, y ascendía al cielo, con ese cuerpo, (¿con ese vendrá?). Ya antes se había ‘Transfigurado en cuerpo de luz’ Es, pues la locura del Evangelio.

Si Jesucristo no resucitó, vana es nuestra fé, y aún estamos en pecado, había dicho ese gran apóstol –admirable- Pablo, que predicaba la ‘Locura de la Cruz’. Hay que recordar que los llamados ‘hermanos’ de Jesús lo llegaron a juzgar ‘fuera de sí’.

El maestro dijo a sus discípulos que lo que Él hacía ellos lo harían y mejor, y hasta llegó a afirmarles: Ustedes son dioses, aunque no se escribió la frase final del texto fuente: Pero moriréis.

Terminamos –por lo pronto- reflexionando sobre las ‘Dos Naturalezas’ de este personaje: Cristo y Jesús, es decir –para nosotros-, lo ‘Divino’ y lo ‘Humano’, y el simbolismo de la crucifixión nos ofrece una ‘fijación de lo volátil’; el ‘clavar’ al ‘Hijo de Dios’ en la materia, de allí aquello de ‘La Luz Hecha Carne’. Cuando ocurrió este sagrado sacrificio ‘el velo del templo se rasgó y se vió el interior’ Hubo tinieblas, y muchos resucitaron (¿volvieron a morir?).

¿Qué opina usted lector (a) de todo esto? ¿Cree en la Gran Obra Redentora de Jesucristo?... Son tiempos de meditación; se acercan tiempos mejores.