¿En las últimas semanas se abarató la vida?

30 / Junio / 2017

Por Oscar Verdín Camacho

Cuando el martes 27 este reportero consultaba una fuente que venía dando seguimiento a los recientes homicidios intencionales, al hablar concretamente de los cuatro decesos de mujeres –conocidos entre domingo y martes- aseguraba que no había un asesino serial.

Como fue plasmado en la nota, describía que los dos homicidios del domingo, estranguladas ambas mujeres, apuntaban a un entorno de drogas, pero falta completar información del tercer homicidio, el del cuerpo hallado el martes: ¿tendría relación con los casos 1 y 2?.

El deceso de una enfermera el lunes, y de una maestra de preescolar el miércoles, en el interior de sus respectivas casas, arrojó una situación distinta: se trató del uso excesivo de algún medicamento, según se ha explicado. Pero ello no impidió que la opinión popular los vinculara con los otros tres sucesos.

Y en cuanto a una sexta mujer, arrollada en carretera la noche del miércoles, se informa que sería una persona indigente.

El gobernador Roberto Sandoval Castañeda habló de ello este jueves, confirmando tres homicidios intencionales.

El caso de la señora en situación de calle resulta emblemático: no se enlista como homicidio intencional, aunque existe una responsabilidad del gobierno por grave negligencia al no existir en el estado un hospital para enfermos mentales. Es como si su muerte no significara nada.

Desatada entonces la psicosis por estas muertes de mujeres –y la de más hombres-, resulta evidente la tardía información que descarta la existencia de un homicida serial.

El mismo martes ya se urgía a emitir un posicionamiento sobre el tema, pero finalmente no se hizo. Y se dejó crecer el miedo.

Frente a la problemática, Roberto Sandoval ha informado un patrullaje conjunto entre las fuerzas federales, estatales y municipales, a partir de este viernes. La llamada BOM: Base de Operaciones Mixtas.

Y yéndonos a los homicidios violentos, en especial al de las tres mujeres estranguladas, nada podría justificarlos. Al contrario, debe despertar preguntas: ¿qué está pasando de fondo?, ¿por qué en las últimas semanas se volvió a abaratar la vida?. Si hay un tema de drogas, realmente qué peso podrían tener ellas, descritas en un ambiente difícil de vida.

La venta, el consumo de drogas siempre ha existido, pero no sabemos qué desencadenó esto de las últimas semanas.

Las matanzas que se vivieron hace años, principalmente en 2010 y 2011, nadie quiere que vuelvan a repetirse. Ojalá se esté en tiempo de frenarlo.

Y esperemos una más puntual y veraz información del gobierno, para no desencadenar psicosis.