¡Ya, ya, que esto termine ya!, exclama familiar tras hallazgo de 7 cadáveres

* Uno de los cuerpos correspondería a Yajaira, una joven de 26 años, madre de cuatro niños y desaparecida a mediados de julio.

07 / Agosto / 2017

Por Oscar Verdín Camacho

Aproximadamente a las 10 de la noche del sábado cinco, decenas de familiares de personas desaparecidas arribaron a la Fiscalía General del Estado (FGE), como respuesta al hallazgo de siete cadáveres, horas antes, en una parcela de caña del ejido Pantanal, municipio de Xalisco: circulando rumbo al aeropuerto, pasando el balneario Los Rosales y adentrándose hacia la izquierda.

Un trabajador del campo dio aviso a las autoridades al advertir el mal olor y percatándose de un espacio con evidente movimiento de tierra.

Si inicialmente se creyó que habría un cuerpo, pronto se localizaron siete: seis de hombres y uno de mujer, que fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO).

Congregados en la oficina de guardia de la agencia del Ministerio Público, los familiares se retiraron a las tres de la mañana y regresaron cuatro horas después. Un libro de registro de visitantes de la Fiscalía daba cuenta al mediodía de este domingo de más de 20 personas que anotaron dirigirse al SEMEFO o al departamento de Secuestros, encargado de la investigación de decenas de desaparecidos en los meses recientes.

Pasadas las 10 de la mañana, en la entrada principal a las oficinas de la Fiscalía, un agente ministerial y un comandante preparan el ambiente al que se enfrentarán los familiares, especialmente por la descomposición de los cuerpos. Todos escuchan, aceptan con movimientos de cabeza y caminan hacia oficinas policiales para un primer escenario: revisar fotografías de los cuerpos.

De entre el grupo, una señora de algunos 60 años se queda atrás, solitaria, sentada en una especie de pequeña barda, como tomando valor. Pensativa, parece estar viendo a la nada.

- ¿Viene con ellos?.

- Sí, ahí voy ahorita, nada más me fumo un cigarro -comenta, mientras en su cara hay una mueca de algo que no podría describirse: como si fuera un día de esos que no quieren vivirse-.

El grupo de familiares sube por una escalera metálica que conduce al departamento de Secuestros y allá, separados, empiezan a revisar fotografías. La señora antes descrita se les une unos cinco minutos después.

Sus rostros hablan de desvelo, desesperación, de angustia o de tristeza pero que no es de una noche, sino de días, de semanas, de meses o de más tiempo. Todos se reconocen en el mismo dolor.

Mi mamá no pudo venir, se quedó en la casa, precisa un muchacho para describir el sentir de una madre ante un escenario así de terrible, aferrándose a rezos y más rezos.

Una pareja de algunos 50 años permanece en silencio. No han visto las fotos, pero a la mujer se le notan las ganas para soltar un grito que describa su inmenso dolor.

Una joven mujer que aún no ha visto las fotografías comenta angustiada: ¡ya, ya, que esto termine ya!. La expresión retrata el diario vivir de estas personas que, como ella, está decidida a encontrar a su familiar entre los fallecidos porque quiere darle sepultura, pero no continuar con esta incertidumbre.

Minutos después, algunas personas caminan en dirección al SEMEFO, acompañadas por un policía.

Se confirma entonces que el cadáver de la mujer ha sido identificado por su familia mediante un tatuaje en un brazo: negra, se lee. Se trataría de Yajaira Lizeth Martínez Rea.

El nombre de Yajaira fue mencionado en una nota del 20 de julio, a propósito de una protesta de familiares de desaparecidos en Palacio de Gobierno. Yajaira tenía 26 años y cuatro hijos, el más pequeño de un año y el 20 de julio fue llevado a Palacio de Gobierno junto a sus hermanos.

Justicia para Yajaira, podía leerse en una cartulina.

El caso de la joven podría ser indicativo de que los demás cuerpos posiblemente corresponden a hombres que desaparecieron antes de mediados de julio.

La identificación de los cuerpos, salvo alguna evidencia como el citado tatuaje, podría prolongarse en los casos de avanzada descomposición –se menciona por los menos dos-, por lo que tendrían que efectuarse pruebas de ADN.

Igualmente se estudia la forma en que se produjeron los homicidios, si fue a golpes, balazos, asfixia u otra forma

Mientras tanto, este domingo se continuó con la inspección de más parcelas alrededor del sitio del hallazgo, por parte de policías estatales que también se hicieron acompañar por un equipo de perros. Y es que son decenas los desaparecidos de los últimos meses.

Y mientras tanto, los familiares de desaparecidos seguirán llegando a la Fiscalía.