LA CREME: DERECHO QUE DEBEMOS DEFENDER

Norma Cardoso

04 / Septiembre / 2017

Hace unos días fue la inauguración del área de juegos incluyentes, del Parque Juan Escutia, llamados así porque están diseñados para que tengan acceso los niños que cuenten o no con discapacidades, y de esta forma puedan integrarse, jugar y convivir juntos.

Lo que tendría que haber sido un evento lleno de armonía, alegría y más, por ser el primer espacio de este tipo en Tepic, estuvo manchado por las agresiones hacia un ciudadano que se manifestaba pacíficamente, con pancarta en mano, pues vimos con desagrado un video donde se le reprime y se le agrede a una persona que lo único que quería era expresar sus ideas o inconformidades frente a la autoridad municipal, llamada David Guerrero.

No fue necesario estar ahí, pues las evidencias son claras y prácticamente se ve que el señor quería expresarse tranquilamente, pero no le fue permitido por parte de personal comisionado a la seguridad del alcalde suplente de Tepic, David Guerrero, quien dio una orden tal como lo da un gánster de la mafia italiana que fue acatada por personal de seguridad pública que ahí estaba.

Lamentable suceso, y lo más lamentable es la ignorancia de las autoridades responsables de dichas agresiones; en primer lugar, el señor, con una lona, se ve que empieza a colocarse donde pueda verlo el presidente municipal electo, aunque algunos dicen que fue para azuzar a Guerrero, sin embargo, eso no es suficiente para que el alcalde electo diera la orden de que fuera quitado de ahí a como diera lugar.

Hay que recordarle a Guerrero que hay un marco jurídico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en donde se menciona precisamente sobre la tolerancia a las críticas que deben tener los funcionarios o figuras públicas, quienes se encuentran sometidos a un escrutinio mayor por parte de la sociedad.

Otra ignorancia de algunos, al decir que es preferible un parque para que los niños jueguen, a un puesto ambulante; esto no tiene nada que ver, el señor se manifestaba por algo, tal vez por eso, por no permitirle trabajar en la vía pública o la remoción de su puesto de tacos, o porque no fueron escuchados al habilitar una zona del parque, o por lo que sea, él se manifestaba pacíficamente, no llegó golpeando, agrediendo.

Aquí no es ponderar que es mejor: si el parque o un puesto de tacos, aquí es la represión a la manifestación pacífica y la intolerancia del alcalde de Tepic. Independientemente, si tiene razón o no el manifestante, lo que se debe de abogar es por uno de los derechos humanos más importantes, que es la libertad de expresión.

Si tenía una queja o molestia y la quiso expresar es su derecho, derecho fundamental, que nuestros gobernantes están obligados a respetar y proteger; ahí, la fuerza pública tendría que estar atenta para que la manifestación del señor no se saliera de control; y no reprimirlo y agredirlo.

La represión a la libertad de expresión debe de ser sancionada, no permitamos como sociedad que se vuelva una práctica común. Lo difícil es empezar, una vez comenzando esto va a seguir.