CON PRECAUCIÓN: Dos acontecimientos inolvidables

13 / Septiembre / 2017

Este 11 de septiembre fueron recordados por mucha gente dos eventos reconocidos a nivel mundial: la caída de las torres gemelas en Nueva York en el año 2001 y el golpe de estado en contra del presidente constitucional de la República de Chile, Salvador Allende Gossens, en 1973. Hechos muy significativos por la trascendencia que tuvieron, aunque con el paso del tiempo las nuevas generaciones tienden ya a irse olvidando de estos acontecimientos, sobre todo del más antiguo del que poco se habló de ello.
Sobre el derrumbamiento de las torres gemelas hay infinidad de videos gracias a la tecnología electrónica que ya en el 2001 prácticamente estaba al alcance de la mano de una gran mayoría de personas con poder adquisitivo o no, y esto fue lo que permitió que se tomaran imágenes desde diferentes ángulos sobre ese supuesto atentado. Supuesto porque conforme pasa el tiempo va siendo más evidente que en ese derrumbe existe mucho de fondo y que todo lo que se ha mostrado hasta hoy extraoficialmente es la punta de un enorme témpano con un fondo muy profundo que solo el tiempo dará la razón a quien la tenga, ya que hay personas que siguen creyendo a pie juntillas que fue un atentado efectuado por terroristas musulmanes tanto de origen afgano como iraquí y de otras partes del medio oriente; sin embargo, también hay quienes tienen la plena convicción de que todo esto es un auto atentado de los mismos gringos para tener una buena justificación para poder invadir esas naciones a las que consideraron culpables y cómplices desde un principio, porque hay un común denominador: el petróleo.
Y desde luego porque se ha documentado que los gobiernos gringos siempre han actuado de un modo infame para justificar sus ataques de dizque defensa: golpearse a sí mismos y echarle la culpa a otros para después golpearlos a placer con el aplauso de los mismos adoloridos sedientos de venganza.
Hay analistas que conforme ha pasado el tiempo y se han desclasificado documentos del mismo gobierno gringo, han encontrado la punta de la madeja y al seguirla han dado con la convicción de que el ataque al Pearl Harbor era inminente y que ya lo sabía el gobierno gringo porque no le habían dejado otra salida a los japoneses, a quienes presionaron de tal manera que no tuvieron otra opción más que de atacar las islas de Hawái, y uno de los puntos para afirmar esto es el que hayan sacado de Pearl Harbor lo mejor de la flota que tenían ahí anclada.
Y respecto a las dichosas torres, conforme avanza la tecnología ya hay medios para ver que, si desde un principio las torres cayeron tal y como caen los viejos edificios a los que les ponen dinamita en determinados puntos, así estuvieron dinamitadas las famosas torres. Y el hecho de los daños colaterales que significan la pérdida de vidas humanas por estos actos tan infames, a los gobiernos gringos jamás les ha preocupado que sean de su misma nacionalidad las víctimas y mucho menos si son de otros países, porque para eso aplican su muy bien conocido dicho: Si hay algo que sobra en este mundo, es gente.
Y en cuanto al golpe de estado perpetrado en contra de Salvador Allende, esto sí ya está más que documentado de que fue la mano gringa la que lo organizó al ver afectados sus intereses, así que aprovecharon el descontento que había en la oligarquía chilena, empresarios y clase media alta que veían también en peligro sus intereses. La CIA, aparte de desestabilizar la economía chilena a tal grado de hacerse insostenible, se infiltró entre estos grupos chilenos para organizar marchas y protestas y desde luego acomodarle el cerebro a los militares que se mostraban más descontentos con la situación, por lo que vino lo ya inevitable.
Algo muy similar con lo que pasa hoy en día en la República de Venezuela, algo que viene a ser como una calca de lo que ocurrió en Chile en los albores del golpe orquestado por Richard M. Nixon con su títere gorila Augusto Pinochet.
Sin embargo, como ahora la situación mundial no está para dar un golpe de estado tal y como se daban en Sudamérica en el siglo XX, ahora los gringos están buscando la manera de que el golpe contra Nicolás Maduro no se vea tan burdo, aunque a los gringos esto les tiene sin cuidado, pero por algo están guardando las formas.
Al iniciar el bloqueo económico y diplomático en contra de Salvador Allende, Nixon ordenó a sus naciones aliadas que desconocieran a Chile, pero México no aceptó seguirle el juego, porque en ese entonces el Gobierno Mexicano sí se respetaba a sí mismo.