En Tepic, vivimos horror tras horror

* La muerte de la maestra Beatriz y de tantos más heridos o levantados y desaparecidos, ha alcanzado los primeros dos meses del gobierno de Antonio Echevarría García, dejando una profunda tristeza y luto en muchas familias.

21 / Noviembre / 2017

Por Oscar Verdín

Camacho

Avanzaba el desfile por el aniversario de la Revolución Mexicana cuando, afuera de una funeraria por la avenida México, familiares y amigos de la maestra Beatriz Hernández Saucedo mostraron cartulinas con mensajes de reclamo por su cruel asesinato.

Vecina de Tepic pero docente en una escuela primaria del municipio de Acaponeta, Beatriz estudiaba una maestría.

Como lo hacen muchos jóvenes, la noche del sábado salió a divertirse y además era un día especial para ella, pues precisamente el 18 de noviembre cumplió 25 años.

Durante la madrugada del domingo 19, la maestra moría ejecutada en el interior de un automóvil que manejaba Kevin Sierra López, un muchacho egresado de la escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), sorprendidos por ráfagas de bala por el bulevar Colosio, entre P. Sánchez y Ures.

Una misa a las tres de la tarde, la posterior sepultura de la maestra, no pueden ni deberían concluir así, tan joven, porque pareciera que muy pronto nos acostumbramos a vivir horror tras horror, a contabilizar ejecuciones que en la última semana debe andar por unos 20 en Tepic y alrededores y, peor aún, a ser parte de una sociedad que a la par de ese horror se ha vuelto especialista en criminalizar a las víctimas.

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¿A quién le exigimos que esto pare?, ¿a quién le reclamamos resultados?, si no al gobierno. ¿A quién más?, pues es el gobierno quien nos representa y encarna al bien respecto a los malos.

La muerte de la maestra y de tantos más heridos, o levantados y desaparecidos, ha alcanzado los primeros dos meses del gobierno de Antonio Echevarría García, dejando una profunda tristeza y luto en muchas familias.

Al mediodía de este 20 de noviembre, Echevarría emitió un mensaje para defender la honestidad de su administración: nosotros sí somos honestos, y en cambio mencionó la historia negra y corrupta que Nayarit vivió en el pasado reciente.

El gobernador habló de la necesaria corresponsabilidad de todos en el tema de la inseguridad, que debe enfrentarse de manera integral. Y aceptó: asumo mi responsabilidad.

Horas antes, por Facebook, el secretario General de Gobierno Jorge Anibal Montenegro Ibarra escribió: por eso lo señalamos de una vez, en este gobierno no habrá ni un Roberto Sandoval ni un Édgar Veytia que suscriban acuerdos vergonzantes que sólo terminan hipotecando en el mediano plazo la tranquilidad de los nayaritas.

La paz se construye con el ejercicio de la ley, no con establecimiento de pactos de complicidad.

Tanto en las palabras del gobernador como del secretario General, hay precisión de que el gobierno de Roberto Sandoval tuvo pactos con la delincuencia y fue corrupto, sin embargo habría que cuestionar por qué, entonces, no se procede contra el ex gobernador y otros implicados, porque la información la tienen y también ya existen denuncias en la Fiscalía General del Estado (FGE).

¿Quiénes, además de Roberto y Veytia, participaron en esa complicidad, en esa corrupción?, ¿qué esperan para proceder?.

Los actos de esta delincuencia despiadada han llegado a situación de que cualquiera sea confundido, a estar en el lugar equivocado. Es tal el salvajismo que esperar la finalización de las balas, por decisión de estos matones, es como un espejismo.

Por ello, sí, que cada quien haga lo suyo en sus familias, pero ¿a quién exigirle?, ¿a quién le reclamamos resultados?, ¿a quién más?, si no al gobierno.