El comandante no pudo sacar su pistola

* La pistola de cargo, calibre nueve milímetros, quedó pegada al cuerpo de Marco Antonio dentro de una funda.

22 / Noviembre / 2017

Por Oscar Verdín Camacho

La pistola de cargo del comandante Marco Antonio Torres Carrillo, calibre nueve milímetros, quedó pegada a su cuerpo dentro de una funda. Quienes lo ejecutaron la mañana de este martes no le dieron oportunidad de defenderse.

Se cree que los disparos de arma larga tipo cuerno de chivo fueron accionados muy cerca de Torres Carrillo, a entre dos y tres metros y posiblemente desde la misma banqueta, afuera de su casa en el fraccionamiento Jacarandas.

Se deduce lo anterior porque la camioneta del jefe de grupo de la Policía Estatal Preventiva (PEP) estaba estacionada con el lado del copiloto hacia la banqueta y en esa parte presentó algunos impactos de bala. Otros proyectiles alcanzaron la fachada de la finca.

Aunque el cuerpo de Torres no habría recibido numerosos balazos, al menos uno le alcanzó en la cara, penetrándolo a la altura de un ojo.

La camioneta y diversos artículos del fallecido, entre ellos teléfonos celulares, fueron asegurados como parte de la investigación.

Escolta de altos funcionarios tanto en el gobierno de Antonio Echevarría como en el de Ney González, hasta hace unos meses Marco Antonio era uno de los mandos visibles de la Guardia Civil de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).

Y precisamente la SSPE informó que Torres Carrillo había recibido recientes amenazas de muerte, tras diversas detenciones, entre ellas la de un escolta del ex fiscal Édgar Veytia, capturado recientemente. Sin embargo, por lo sucedido se deduce que no existían medidas de seguridad hacia su persona.

La Secretaría de Seguridad calificó el homicidio como un ataque directo contra las instituciones encargadas de cumplir y hacer cumplir la ley.

Como ya se ha indicado en anteriores notas, en el asesinato quedó marcada la ferocidad puesto que ocurrió a las puertas de la casa del comandante, donde se encontraba su familia.

Trasladado el cadáver al Servicio Médico Forense (SEMEFO), en el patio central de la Fiscalía General del Estado (FGE) permanecían decenas de policías estatales. Pasadas las 11:30 se elevó un helicóptero de la corporación que más tarde participó en un operativo a la altura de la céntrica colonia Independencia –relativamente cerca de la Treceava Zona Militar-, donde por tierra ocurría un enfrentamiento que dejó dos presuntos delincuentes muertos y el cierre de calles, colonias. Y el terror de muchos.

Así, en días, semanas, meses, Tepic se ha convertido en una de las ciudades con mayor violencia en el país.

La descripción de lo acontecido en el patio de policía pretende dibujar la facilidad con la que cualquier persona puede ingresar a la Fiscalía General, por lo que, ante un ataque directo contra las instituciones, las medidas de seguridad deben extremarse.