El pueblo de Acaponeta a punto de sufrir intoxicación

21 / Febrero / 2018

Por Pedro Bernal

Acaponeta, Nayarit.- Sufre el pueblo de Acaponeta las ocurrencias y la falta de tacto político del omnipotente presidente Humberto El Beyto Arellano, para dar solución a su prepotente ego el primer edil en mención ni quien le gane. Y para muestra varios ejemplos, la cabecera municipal los ejidos y comunidades nada más se lamentan el haber votado por una persona sin capacidad para gobernar y más aún cuando las necesidades de la población son muchas; pero para darse los lujos personales ni tardo ni perezoso gasta lo que le venga en gana del erario público, solo para mantener su investidura lujosa que les cuesta a los Acaponetenses cientos de miles de pesos.

Y sobre todo esto hay muchos ejemplos de que al Beyto Arellano se le hace bolas el engrudo para resolver un problemita de atención de salud a sus gobernados.

Este domingo pasado, el basurón municipal se incendió de repente, que hasta esta hora, antes de cerrar esta edición, todavía no había resultados favorables para apagar tal incendio. El Director de Protección Municipal, Germán Alanís no puede hacer mucho sin los aditamentos necesarios, a pesar de la experiencia en esos menesteres, quien de inmediato acudió a tratar de darle solución a ese problema. No así el Beyto Arellano, su patrón, quien primero llama a cámaras de videograbación para que lo publicaran en las redes sociales y sí en sus desfachatez de decir que ahí había estado todo el tiempo, tratando de solventar ese grave problema de incendio, cuando German Alanís, responsable de Protección Civil de Acaponeta, y una cuadrilla de voluntarios y bomberos de la ciudad andaban repartiendo cubre bocas en los centros escolares o jardines de niños. Mientras tanto, el presidente de lujo se estaba maquillando y estudiando el guion de lo que iba a decir frente a las cámaras de video en las orillas del lugar del incendio. En tanto, gruesas nubes de humo ya cubrían el cielo Acaponetense con su pestilente olor a diferentes colores y sabores dañinos que la población estaba a punto de sufrir, y tuvieron que salirse de sus hogares antes de intoxicarse por los inhalantes gases que despedían las densas nubes de humo negro y blanco, resultado del fatídico incendio que desde hace años esto no había ocurrido y menos con un gobernante municipal falto de operación y de capacitación en estos menesteres.

Lo bueno es que al parecer, hasta las 10 de la noche, no se reportaban personas graves por intoxicación. Se les reconoce públicamente al director del basurón en turno, Ramon Acuña; al director de Protección Civil German Alanís; al cuerpo de bomberos con base en Acaponeta, quienes dirigiéndose solos lograron apaciguar y evitar tragedias por intoxicación a la población.