CON PRECAUCIÓN> Los enroques para sobrevivir

Por Sergio Mejía Cano

21 / Febrero / 2018

Es común que cada gobernante haga sus enroques ya sea de acuerdo a su propio criterio o debido a presiones de los grupos de poder detrás del trono, pero enroques al fin; aunque también en ocasiones por ineptitud, ineficacia o porque aquél al que enrocan ya dio de sí o rindió lo que tenía que rendir o simplemente ya no dio para más y significa un riesgo seguir manteniéndolo dentro del gabinete gubernamental.

Sin embargo, ahora en tiempos electorales, muchos militantes de los diversos partidos políticos comenzaron a enrocarse a sí mismos cambiándose de camiseta partidista con el fin de no quedar fuera del presupuesto y nada tontos, al ver que el Partido de Regeneración Nacional, más conocido en el bajo mundo como Morena, está subiendo popularmente como la espuma y con probabilidades de seguir subiendo, han optado por acercarse a dicho partido para ver la posibilidad de que no queden en el olvido y no sean desdeñados como lo fueron en sus partidos nodriza.

Y a propósito de partido nodriza, este vendría siendo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues de ahí han surgido los demás partidos políticos, claro que exceptuando al Partido Acción Nacional PAN), que surgió como contrarrevolucionario y con ideas contrarias a las originales y que dieron pie al nacimiento del PRI pero que al pasar el tiempo, ahora el PRI es en realidad el PAN, por lo que ya no debería llamarse el tricolor PRI, sino tal y como ya lo llama la mayor parte de la población: PRIAN, debido a que a partir de Miguel de la Madrid Hurtado, el PRI se fue deslavando de sus colores y cimientos para transformando paulatinamente en el PAN al adoptar la ideología panista soterradamente, y ahora estar más identificado con los estatutos del PAN, es decir, contrarios a la ideología revolucionaria que tantas vidas costaron al país por la lucha intestina que siguió después de la revolución promulgada por el apóstol Francisco I. Madero.

Bien lo dijo José López Portillo (JOLOPO), en determinado momento de que él era el último presidente de la Revolución, aunque alguien más terció por ahí que la Revolución Mexicana ya hacía tiempo que se había bajado del caballo, pues sus ideales estaban completamente olvidados.

De ahí que con la llegada de Miguel de la Madrid Hurtado, poco a poco se fuera cediendo terreno al panismo poniendo en práctica de manera muy soterradamente y aceptando en cierto modo todo lo que había pedido el PAN desde su nacimiento como partido político y sus reclamos comenzaron a ser escuchados y aplicados por el PRI, y más cuando llega al poder Carlos Salinas de Gortari quien abrió todas las posibilidades en los cambios constitucionales que aceptaron con el beneplácito los panistas, como las relaciones diplomáticas con El Vaticano, las reformas a los artículos 24 y 130 constitucionales, darle reconocimiento a las Iglesias a sabiendas que era una concesión a la Católica más que a las otras que existen en nuestro país debido al número de feligreses con que cuenta esta última.

Y así por el estilo, a partir de Salinas de Gortari, los demás presidentes subsecuentes han puesto en práctica la ideología panista, sobre todo la de adelgazar al Estado privatizando todo lo privatizable y entregando la riqueza del país a manos privadas tanto nacionales como extranjeras, es decir, todo lo contrario a la ideología revolucionaria de contar con un Estado fuerte para hacer frente a las necesidades sociales de donde surgió la Reforma Agraria, el alfabetismo impulsado por el Tata don Lázaro Cárdenas del Río, que los trabajadores contaran con las debidas prestaciones sociales, médico y medicinas y una seguridad laboral prácticamente de toda la vida terminando con su jubilación al cumplir la edad y tiempo necesarios dentro de su trabajo. Sin embargo, lo que en su tiempo creó el PRI, el mismo PRI lo ha desvirtuado y desvanecido de las prestaciones sociales dando más poder a la clase patronal y empresarial sobre los trabajadores quienes han quedado desamparados por completos, porque ya se eliminó la jubilación en la mayoría, si no es que en todas las empresas habidas y por haber, ahora los trabajadores ya no tienen la ilusión de que sus días laborales terminarán con una jubilación, sino que si bien les va, serán pensionados por alguna de las instituciones del Sector Salud supuestamente en forma vitalicia, supuestamente porque existe la posibilidad de que ya no lo sean gracias a nuestros gloriosos representantes populares que han dejado a la clase trabajadora en la orfandad.