CON PRECAUCIÓN: El intermedio de las campañas políticas

Por Sergio Mejía Cano

01 / Marzo / 2018

Se supone que estamos en el ínterin que precede a las precampañas mientras llegan las campañas de proselitismo político de los candidatos y partidos que buscarán los cargos públicos que se disputarán, sobresaliendo las candidaturas para la Presidencia de la República.

Sin embargo, el bombardeo mediático no ha cesado a pesar de haberse informado que se dejaría descansar a la ciudadanía y ya no oyera nada al respecto hasta el 30 de marzo en que comenzarán las susodichas campañas; pero al parecer todo sigue como si nada, ya que en televisión, radio y medios impresos se sigue informando al menos sobre los candidatos de los partidos más sobresalientes en el país.

Y si bien los candidatos de estos partidos no se hacen auto promoción, sí se están atacando por medio de sus dirigencias señalando a sus candidatos por posibles fraudes o desvíos de dinero, información que de una u otra forma no dejan de mencionar a los candidatos tanto del PAN como del PRI, por lo que sus nombres no dejan de entrar en la mente de la población; y más, porque son señalamientos de estar sacando trapitos al Sol entre uno y otro candidato. Lo malo de todo esto es que no dejará de ser más que puro ruido que no llevará a nada, pues al final de cuentas estos candidatos señalados como delincuentes llegarán a las campañas como si no hubiera pasado nada en cuanto a lo de lo que se acusan por medio de sus partidos.

El candidato del PAN ha estado siendo acusado de malos manejos con empresas fantasmas y adquisición de inmuebles para después triangularlos y hasta de abrir cuentas bancarias en el extranjero para que no se pueda seguir la punta de la madeja del destino real de esos dineros; y al candidato del PRI lo están relacionando con desvíos de recursos del erario a su paso por la Secretaría de Hacienda y en la Sedatu al relevar a su antecesora en ese cargo, la señora Rosario Robles Berlanga. En ambos casos se mencionas cantidades millonarias que a fin de cuentas nadie sabe, nadie supo, pues con la impunidad que cada día cobra más fuerza en nuestro país, de puro ruido no pasará. Pero si bien se está señalando a estos candidatos a la Presidencia de la República de posibles delitos, más que daño, los están ayudando para que no se les olviden al electorado, porque se está aplicando aquello de que hablen bien o mal de mí, pero que hablen.

Bien podrían alegar estos candidatos presidenciales que ellos están respetando el mientras tanto, que no están violando las leyes electorales porque no andan promocionándose; sin embargo, al estarlos nombrando en la prensa ya sea de una forma u otra, con el pretexto de defenderse de los malo señalamientos tienen que emitir su punto de vista, por aquello de que el que calla otorga, por lo que no pueden quedarse callados. Pero existe la posibilidad de que todo este ruido no sea más que una estrategia bien montada, así se hable mal de estos candidatos, pero siguen en cierta forma su promoción electoral.

Está visto que en nuestro país ser empresario, político o ambas cosas o servidor público o tener un estatus de vida alto, es una garantía para que no le pase nada así sean acusados de lo que sea; igual algunos de los dirigentes sindicales que hasta presumen sus riquezas que sin ser ricos de abolengo ostentan un modo de vida que, honestamente jamás hubieran alcanzado así hubieran ahorrado durante toda su vida lo devengado en sus trabajos, que no hubieran gastado para comer, pagar luz, gas, agua, renta o comprar casa, etcétera. Y así sean acusados y señalados de dónde su riqueza, saben que en cierta forma son intocables y, si acaso caen en desgracia, jamás se les hace que regresen lo supuestamente mal habido, no se les hacen cuentas para que explique por qué se hizo de tanto dinero.

Y esto es lo malo porque nuestras cárceles están llenas en su mayoría de gente que se robó un mendrugo de pan para llevar algo de comer a su familia, y pasa años encerrada por delitos menores; sin embargo, a los que se ha señalado como delincuentes de cuello blanco hasta los premian. Y lo malo está en que el gobierno que permite esto, no tiene la calidad moral para acusar a los que roban un pan o algo para sustento de su familia por no encontrar empleo o no ser aceptado por la edad o por falta de capacitación, así que es posible que muchas personas tengan en mente que si a los cacas grandes no les hacen nada, pues a delinquir siempre y cuando no los cachen y si los cachan pues ni modo, a ingresar a la universidad del delito: la cárcel.

Sea pues. Vale.