Numinor> El Enigma de Cristo Jesús

Ángel Agustín Almanza Aguilar

02 / Marzo / 2018

Antonio Royo Marín, doctor en teología y profesor de la Pontificia Facultad del Convento de San Esteban, nos habla del ‘Misterio de Cristo’ (¿qué debemos entender nosotros, pobres ‘hijos del polvo’, por ‘misterio’ y enigma?...): ese ‘sacramento escondido’ (Efesios III, 9) en el que habita corporalmente la plenitud de la divinidad (Colosenses II, 9), y en el que el cristiano encontrará todas las cosas (Ibíd., 10) hasta quedar completamente lleno con la plenitud misma de Dios (Efesios III,9) Jesucristo es el único ‘camino’. Nadie puede ir al Padre sino por Él (Juan XIV, 6) es la ‘verdad y la vida’ (Ibídem) es quien ha restablecido el plan divino de nuestra salvación, destruido por el pecado de Adán Por Él ha sido creado todo el universo (Juan I, 3) en Él están reunidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia (Colosenses II, 3) la vida sobrenatural perdida la redención no se obró sino por el sacrificio de la cruz ‘y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros’ (Juan I, 4). Y al juntarse en Cristo las dos naturalezas, divina y humana, bajo una sola personalidad divina –la del Verbo–, todas sus acciones tenían un valor absolutamente infinito ‘primogénito entre muchos hermanos’ (Romanos VIII, 29) Plugo al Padre por Él reconciliar consigo, pacificando por la sangre de su cruz. Todas las cosas, así las de la tierra como las del cielo Hombre-Dios No es una sublime ilusión, es una realidad profundamente teológica (que) mientras permanezcamos en gracia, Cristo está con nosotros, está dentro de nosotros –físicamente con su divinidad, virtualmente con su humanidad santísima– ( ‘Teología de la Perfección Cristiana’, Bac Editores, Capítulo II, artículos 1 y 2.

¿Existió históricamente un personaje como Jesucristo realmente?... Se trata de un ser fantástico. La investigación histórica sobre Jesús siempre ha sido terreno resbaladizo. Hechos reales, suposiciones y perjuicios se confunden a causa de las lagunas documentales y de una evidencia: casi toda la información disponible proviene de sus seguidores. Es la opinión de muchos; es un equilibrio sobre cuerda floja.

Un nacimiento sobrenatural, de una virgen y luego el de su resurrección: el Ser Supremo, el Creador de todo lo visible e invisible, encarnado en un ser humano, en Jesús ¿Fundó realmente una iglesia?... El Jesús histórico es un problema de difícil respuesta. ¿Se le dio cuerpo a un mito?

En este caso, ¿quiénes planearon ello?... ¿Son manuales iniciáticos los evangelios?...¿Fue un mago –de recién acido unos magos lo reconocieron como su rey–¿ ¿Un esenio? ¿Tuvo hijos con María Magdalena? ¿La del ‘Saint Grial’, la Sangre Real? ¿Tuvo hermanos carnales? ¿Tomás, el gemelo-Dídimo, que era suyo, aparte de discípulo; el que dudaba de su resurrección? ¿Fundó la iglesia católica en Pedro? Aparte de los evangelios, ¿qué otras fuentes –históricas– mencionan a Jesús o al cristianismo?

Nos comunican leer a Tácito, a Flavio Josefo, Suetonio, en sus obras ‘Anales’, ‘Antigüedades sobre los judíos, ‘Vida de Claudio’, respectivamente. Todos solo cuentan la historia de los cristianos, pero no hablan de Jesús. ¿De qué época/años son esos autores? Tácito (¿55-120?); Flavio Josefo (35-95); Suetonio (¿69-126?) Todos historiadores que, a pesar de las increíbles hazañas y milagros de Jesús (¿nació en Belén o en Nazaret?), no se dieron por enterados de su existencia Ahora bien, en el ‘Talmud de Babilonia’ (hacia el 500 D.E.), en la parte llamada ‘Sanedrín’, se afirma que Jesús fue ajusticiado por haber actuado como seductor del pueblo. O sea, no se duda de la existencia de nuestro personaje. ¿Y los Rollos de Qmrán?...Nada allí sobre nuestro Jesús; se datan del 100 A.C., antes de su vida, algunos. Y los posteriores tampoco dicen nada al respecto.

Se nos menciona un referente: la fuente ‘Q’, escrito ya perdido –para variar-, que sería en griego y dataría de los años 40-50, pero cae en lo dudoso. Está el papiro ‘P52’, que es considerado el texto más antiguo (entre 125 y 160) que menciona la figura de Jesús, done se leen unas diez palabras del Evangelio de Juan. Fue descubierto por Bernard Grenfell en el desierto de Egipto Medio, en 1920. Quedaría, posteriormente, en poder de la biblioteca John Rylands de Manchester, Reino Unido.

El asunto ‘Muratori’ trata del descubrimiento, realizado por el erudito italiano Ludovico Antonio Muratori, de un manuscrito latino, redactado mil años antes del siglo XVIII (1720) y que, a su vez, era la traducción de un documento griego del siglo II, donde se enlistaban los textos cristianos de mayor autenticidad, como los cuatro Evangelios.

Pero el asunto es lo del Dios Supremo encarnado en humano, y en un hombre, que no es una mujer. Y la pregunta es si ese suceso tan especial se dio solo e este planeta, existiendo miles de millones en los millones de billones de galaxias existentes en el vasto (¿finito o infinito?) universo cósmico (¿existen universos paralelos, universos invisibles, otras dimensiones de la realidad?)

Los Evangelios subrayan lo del ‘Hijo del Hombre’ y lo del ‘Hijo de Dios’ que por elemental lógica, nos lleva, en ese orden, a Jesús y a Cristo, a lo terrestre mortal, material y a lo celeste-inmortal, y espiritual. Como nos decía el teólogo Royo Marín: y al juntarse en Cristo las dos naturalezas (sic), divina y humana

Terminemos señalando que el Apóstol Pablo nos advierte que su conocimiento del misterio de Cristo-Jesús, del Evangelio, fue producto de una revelación divina, y que la doctrina que predicaba era un saber ‘en misterio’, que estaba oculto desde el principio, que está reservado a unos cuantos, a los ‘predestinados’, y que es Cristo dentro de nosotros, el ‘tesoro en vasos de barro’, don de Dios que nos garantiza la vida eterna, la inmortalidad verdadera. En la encarnación de Cristo, la manifestación de la gloria del Ser Supremo en los cuerpos redimidos y resucitados.

Por lo cierto: todos aquellos que resucitaron o fueron resucitados, volvieron a morir: la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios.