Ya no caben más fallecidos en el camposanto de Santiago

16 / Marzo / 2018

Por José María

Castañeda

Santiago Ixcuintla.- La mañana de ayer, un amigo de la infancia sufrió la pérdida de un ser querido y narró que cuando acudió al camposanto para hacer los trámites a fin de darle cristiana sepultura a su señora madre se encontró con la desagradable sorpresa de que no había lugares disponibles en donde enterrar los restos mortales.

Mi amigo de la infancia -de quien me reservo su identidad para no agrandar aún más su onda pena-, al volver a la realidad, luego de escuchar las palabras del administrador Pedro Najar Alvarado, balbuceante le dijo ‘¿entonces que voy a hacer con el cadáver de mi madre?’, encontrando por respuesta de parte del funcionario que la solución es que acudiera con Rafael Valdivia, para gestionar los tramites de una cremación, ya que era la única solución que encontraba ante la ausencia de espacios para sepultar más cadáveres en la necrópolis de Santiago.

El director de la corresponsalía de Gente y Poder, a media voz pregunto: ¿Y qué hiciste? No –dijo-, afortunadamente un tío de mi esposa me dijo que él tenía la solución ya que contaba con dos compartimientos en la cripta familiar, que con gusto para que saliera adelante le cedía uno de los espacios, ya que la ocasión lo ameritaba.

El Panteón Hidalgo tiene una década aproximada sino es que más que ya no cuenta con espacios para continuar sepultando personas fallecidas. Pedro Najar, de quien me consta que es un excelente funcionario con más de 20 años al frente de la administración del campo santo, dijo que cada trienio les hace saber a la autoridad en turno el grave problema que enfrentan, sin embargo los presidentes municipales lejos de enfrentar el problema le sacan la vuelta, siendo de esta forma en la que han dejado pasar que los terrenos del ex presidente Héctor León Díaz López, quien se encuentran contiguas al cementerio pasen a manos de particulares, como es el caso del empresario en materiales de construcción Gonzalo Ramírez Fuentes, quien adquirió poquito más de una hectárea; en lugar de que haya sido el ayuntamiento el que lo adquiriera. La necrópolis ha durado un poco más, luego que un persona de la familia Rodríguez Solersi, a la que apodaban la monja por haber ejercido el monasterio, donó el espacio donde anteriormente se encontraba una huerta consistente en hectárea y media, pero ya se acabaron los espacios y ahora la solución es que las personas que fallecen, sino tienen un espacio adquirido con anticipación, que los cremen; ya que se insiste es la única solución, según Pedro Najar. Sea por Dios.