El elevador de juzgados familiares y mercantiles dio su enésima advertencia

12 / Abril / 2018

Por Oscar Verdín Camacho

Cuando el elevador del edificio que alberga a los juzgados mercantiles y familiares del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) tuvo una falla y quedaron atrapadas varias personas, nada más confirmó un añejo problema.

Por ejemplo, durante la mayor parte del año pasado el elevador estuvo sin funcionamiento, lo que provocó constantes reclamos de los empleados y de los usuarios externos, especialmente porque hay personas con alguna discapacidad que se presentan a esas oficinas y tenían que arrastrarse en las escaleras.

Ubicado por el bulevar Tepic-Xalisco en la colonia Ojo de Agua, para dimensionar la situación basta citar que se accede al edificio y a la altura de calle se encuentra el Juzgado Primero Familiar, mientras que en el sótano los juzgados Segundo y Tercero Familiar.

Por su parte, hacia arriba están los juzgados Primero, Segundo y Tercero Mercantil. Luego, sigue otro piso de un área de informática y, también, la destinada a agentes ministeriales.

Se calcula que en el inmueble laborarían entre 180 y 200 personas de lunes a viernes, sin contar con cientos de usuarios: abogados o ciudadanos involucrados en los juicios.

Según empleados judiciales, al conocerse que el elevador quedó cerrado a la altura del Juzgado Segundo Familiar, se les ordenó desalojar porque el personal de Protección Civil utilizaría una presión para abrir las puertas, pero ello podría ocasionar una reacción en el edificio, cuyas paredes son de vidrio, por lo que se temió que alguno pudiera desprenderse.

Al menos dos mujeres rescatadas fueron atendidas por paramédicos, en ambulancias. Era notable la crisis de nervios que vivían.

Lo acontecido esta mañana de miércoles ha motivado la vieja opinión de muchos empleados de que el edificio no es apropiado para albergar las oficinas de los seis juzgados.

Y el elevador, de alguna forma, está hablando, advirtiendo.