Roberto Sandoval en un dilema: callar y ocultar sus propiedades, o defenderlas

* El propio ex gobernador fue quien reveló la existencia de 58 hectáreas junto al rancho El Sueño, en Aután, municipio de San Blas, y ambos inmuebles fueron asegurados por la Fiscalía General del Estado al no existir una suspensión provisional de un juez federal.

13 / Abril / 2018

Por Oscar Verdín Camacho

Unos días después de que el cinco de marzo la Fiscalía General del Estado (FGE) aseguró diversos inmuebles que podrían pertenecer a Roberto Sandoval Castañeda, éste, su esposa y su hija tramitaron juicios de amparo contra las diligencias ministeriales, llamando la atención que el ex gobernador reveló que es suya una extensión de 58 hectáreas ubicadas, según se asentó, en un predio ‘del fraccionamiento Navarrete’, municipio de San Blas.
Un dato singular en el número de juicio 304/2018 del Juzgado Primero de Distrito de Amparo Penal, es que Sandoval se duele del aseguramiento del inmueble, pero no sólo no había tal, sino que aparentemente ni la Fiscalía General ni la autonombrada Comisión de la Verdad -que encabeza el ex diputado federal por el PRD Rodrigo González Barrios- sabían de esas 58 hectáreas; es decir, fue Roberto quien lo reveló.
Más: durante la formulación del amparo no se solicitó al juez federal la suspensión provisional y, por ello, sin oposición alguna este jueves 12 la agente del Ministerio Público Elvia Ludmila Heredia Verdugo encabezó una diligencia de aseguramiento no sólo de las 58 hectáreas sino de otras –se habla de unas 17- donde se encuentra el rancho El Sueño, en el ejido Aután, municipio de San Blas.
Según se conoce ahora, ambos terrenos están juntos, pero resulta sospechoso que Sandoval no haya incluido el rancho El Sueño en el amparo, a pesar de que abiertamente se presentó como dueño al mostrarlo hace años a diversos medios de comunicación.
Además de ello, habría otra extensión de terreno de Sandoval Castañeda en esa zona pero que aún no es ubicada con precisión.
En el rancho se colocaron sellos a propósito del aseguramiento precautorio; una persona quedó como depositaria de El Sueño.
Presente en el lugar, el comisariado ejidal Antonio Tapia García habló de que el ex gobernador aparece como ejidatario de Aután al igual que Elías Salas, quien inicialmente habría comprado las parcelas de lo que ahora es el rancho. Se trataría de Elías Salas Ayón, ex regidor de Santiago Ixcuintla y quien en el 2017 fue candidato del PRI a diputado local pero perdió. Salas podría ser prestanombre del ex gobernador.
Tapia García describió que en El Sueño llegó a haber unas 700 reses, borregos, caballos españoles y aztecas, puro caballo caro, y que eran frecuentes las fiestas con música de banda o que personal de seguridad del entonces gobernador bloqueara indebidamente diversos caminos, obligando a los lugareños a rodear.
Por su parte, Rodrigo González Barrios comentó que continúan investigando más propiedades del ex gobernador para acreditar el enriquecimiento ilícito. Añadió que indagan posibles ranchos en Acaponeta, El Cuarenteño, El Aguacate, La Resolana, Puga, entre otros.
¿NO HAY MÁS PROPIEDADES, ROBERTO?
El pasado 16 de marzo, en una entrevista por radio con el periodista Ciro Gómez Leyva, Roberto Sandoval habló de los entonces aseguramientos de la Fiscalía.
Para entonces, según divulgó este reportero con base en datos del Juzgado Primero de Distrito, su esposa reclamó el aseguramiento de una casa y su hija otros dos inmuebles efectivamente incluidos en la diligencia ministerial del cinco de marzo, pero el ex gobernador para nada ha aceptado como suyos la Fundación Ríe (o Valor de Dar) ni el rancho de cuatro hectáreas en La Cantera, municipio de Tepic, oficialmente a nombre de L-INMO S.A. de C.V.
- ¿No hay más propiedades, Roberto? – le preguntó Gómez Leyva-.
- No, no, no, ya investigaron todo la PGR, ningún prestanombre, ninguna gente que ande tras de mi
Lo acepte o no, el ex gobernador enfrenta un problema por su indudable vínculo con diversos inmuebles y, según parece, más lo que se le acumule.
En agosto pasado, en el Congreso del Estado, González Barrios reveló abiertamente un dato que pegaría en la denunciada riqueza de Sandoval Castañeda: ya en el 2009, su hija Lidy Alejandra Sandoval López, entonces de escasos 20 años, pagó en efectivo dos millones 850 mil pesos por una casa en Zapopan, Jalisco.
Es decir, el incremento de dinero y de bienes de Sandoval habría aumentado considerablemente en los últimos años, no sólo en su época de gobernador.
La vinculación con El Sueño del ex candidato a diputado del PRI Elías Salas, lo mostraría como un personaje clave para conocer más propiedades del ex gobernador.
Pero Salas no sería el único.
En una nota del pasado 20 de marzo, este reportero documentó que de acuerdo con la escritura pública tres mil 586, la senadora por el PRI Margarita Flores Sánchez es quien oficialmente vendió el rancho de La Cantera a L-INMO, en el año 2014 y a un precio de cinco millones de pesos.
El vínculo de Flores Sánchez con el ex gobernador es más que conocido: la hizo directora del DIF municipal, luego directora del DIF estatal y después la impulsó al Senado de la República.
La versión de la senadora es fundamental en la investigación: ¿realmente ella compró esas tierras?, ¿realmente ella las vendió?, o fue usada como un prestanombre.
Se trata, pues, de datos que probarían una línea de costosos bienes que conducen al ex gobernador. Parecería demasiado dinero para alguien que se aferra a insistir en su defensa que se ha dedicado a criar y vender ganado.
Hoy Roberto Sandoval posiblemente se enfrente a un dilema: de plano callar, hacer como que no sabe y apostarle a mantener ocultas sus propiedades, o salir a defenderlas como el caso de las 58 hectáreas y los amparos de su esposa e hija.
Y es que además del denunciado enriquecimiento ilícito, se podría estar ante situaciones aún no reveladas de despojo con presión, con amenaza.
El tiempo nos lo irá diciendo.