Necesario empoderar a la UAN, tener bajo la lupa a gobiernos, opinan jóvenes talentos universitarios

21 / Mayo / 2018

Por Oscar Verdín Camacho


Cuando este lunes inicie el Festival Cultural Gran Nayar en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), se arrancará con un reconocimiento, en el Paseo de las Artes de la Ciudad de la Cultura, de ‘talentos universitarios’, entre los que se encuentran los jóvenes Jordán Vladimir Tello Ibarra y Miriana Elizabeth Partida Zamora.

Aunque en diferentes generaciones, ambos cursaron la carrera Ciencia Política; Jordán Vladimir actualmente cursa la maestría en Salud Pública, mientras que Miriana Elizabeth concluyó la maestría en Desarrollo Económico Local.

- ¿A dónde va la Universidad?, ¿a dónde les gustaría que fuera? –se les pregunta-.

Responde el joven Tello Ibarra:

- Yo lejos de a dónde me gustaría que fuera, más bien diría dónde se quedara: que se quedara a responder las necesidades locales. A nivel regional en Nayarit hay muchísimos problemas y aquí tenemos la escuela de Economía, que tiene décadas, y aún tenemos muchos municipios pobres en el estado, que están viviendo una pobreza multidimensional.

Hemos tenido una crisis profunda de derechos humanos en el estado, y en la Universidad tenemos una escuela de Derecho; es decir, lejos de pensar en asuntos internacionales que son importantes, tenemos que ver las realidades locales que están sucediendo.

En términos de la política científica que hay en el país, yo he estado en contra de que seas investigador en función de los números de artículos que publicas; tenemos que modificar estas políticas y, más bien, decir qué problemas públicos se están resolviendo con el conocimiento que tú estás generando.

Veo también una desvinculación de lo científico en términos laborales, porque muchos estudiantes de la Universidad no se están titulando con proyectos de investigación de incidencia social. Estamos por cumplir con indicadores: pasar el CENEVAL o tener un buen promedio, pero, para empezar, la Universidad tiene que modificar su política de titulación y sembrar en todos los universitarios ese compromiso o identidad, no sólo con la Universidad, sino con la sociedad.

Sembrar ese sentido de retribución: todo lo que la sociedad está pagando en mi formación, yo tengo que retribuirlo en alguna solución.

Yo observo en Nayarit muchos problemas que en la Universidad se están investigando y que hay esa desconexión. Cuando se hacía el Plan de Desarrollo del Estado y se hicieron las consultas, de gran parte de los problemas ya teníamos el diagnóstico, pero lamentablemente quedan en los estantes o en escritorios.

Hace falta que la Universidad se empodere como la materia gris del estado, que cuando haya un problema en la sociedad, se recurra a la Universidad para que los expertos establezcan cuáles son las alternativas para la solución.

Me parece que la Universidad no ha cumplido ese papel, porque en muchos de los asuntos públicos ni siquiera tiene un posicionamiento. Hacia allá tenemos que transitar: posicionarnos como ese actor indispensable para señalar errores del gobierno.

- Pusiste dos ejemplos: el de Economía y el de Derecho.

- Y hay más, por ejemplo el asunto de la salud está en crisis y somos los que más generamos recursos humanos en salud. En algo estamos fallando, tenemos recursos humanos de calidad, pero el papel de la Universidad tiene que repensarse, no solamente generar profesionales, sino profesionales que incidan en los problemas reales.

Parece ser que los universitarios estamos bajo la lupa, cuando debería ser a la inversa: la Universidad tendría que tener bajo la lupa el actuar gubernamental y, en general, el económico, político, cultural, social.

Miriana ofrece su punto de vista:

- Coincido con Vladimir, sobre todo porque la Universidad realmente debe tomar el papel como actor de transformación. Tiene que regresar en cierta forma a sus bases fundacionales, que fueron el generar recursos humanos preparados que fueran y apoyaran a las comunidades en el estado.

Se forman los recursos humanos que puedan transformar, pero como institución tiene poca incidencia al final del día; entonces considero que, siendo un espacio donde se genera conocimiento, debe de transcender no solamente de su generación, sino también a su ejecución, de llevarlo y sacarlo a la realidad.

Por ejemplo, yo trabajé con productores de limón persa bajo dos perspectivas: competitividad y productividad, e identificamos que son productivos pero no competitivos porque no hay canales de comercialización; pues bien, como Universidad se debe generar un plan que les presente a todos estos productores, no sólo de limón persa sino a todos los productores agropecuarios, planes de acción para generar canales de comercialización.

POLÍTICA DE MEDICAMENTO

Cursando la maestría en Salud Pública, Jordán Vladimir explica su sentir:

- Me gustaría trabajar para el estado, en la evaluación, diseño y políticas de salud, porque creo que es una tarea pendiente que tanto el estado no ha cumplido y la Universidad aún no ha generado esos recursos necesarios para orientar las políticas.

Desde enero del año pasado empecé a desarrollar una política de medicamentos. Es un tema nuevo, por lo menos en el estado nunca se ha trabajado. Es una necesidad urgente, esencialmente en objetivos como garantizar la accesibilidad y disponibilidad del medicamento. Aquí hay hospitales de segundo nivel donde no hay ciertos medicamentos. Garantizar que cumplan con la eficacia terapéutica.

- ¿Dónde te imaginas estar el próximo año y haciendo qué?.

- Yo me vería en cualquier institución del Estado, háblese nivel municipio, estado o federación, en una institución de salud en el área de políticas de salud, por ejemplo evaluando los programas que ya están ejecutados o diseñando nuevas propuestas. Claro que es un asunto complejo pero lo voy a intentar.

Como estudiante de Ciencia Política, Jordan Vladimir elaboró, en su tesis de licenciatura, una evaluación al desempeño gubernamental del Ayuntamiento de Tepic a partir de un análisis financiero de 1999 al 2013; casi cinco períodos administrativos, desde Tino Ávila –ya fallecido- y María Eugenia Jiménez, hasta Héctor González Curiel El Toro.

¿Qué te encuentras ahí?.

- No es un asunto exclusivo de Tepic, en general todos los municipios de México o si no es que la mayoría tienen problemas con sus finanzas respecto a que sus ingresos propios es un porcentaje mínimo de lo que representa su operatividad; gran parte de los presupuestos municipales se conforman en su mayoría por las aportaciones y participaciones federales. Lo que yo observé en Tepic es que cada año ha incrementado el gasto de su nómina.

Observo que durante los cambios gubernamentales se incrementa la nómina de manera considerable y es muy crítico observar que lo que se destina a obra pública, en algunos lapsos disminuye.

Precisa que en la administración 1999-2002 se disminuyó considerablemente la deuda pública. Ese periodo fue evaluado como muy bueno, pero a partir del 2002 con Ney González y hasta González Curiel, año con año el manejo de las finanzas fue decayendo.

Con Roberto Sandoval se identifica el peor periodo en términos de desempeño financiero. Y, después, el Toro fue cooptado por el Gobierno del Estado.

FORTALECER EL TEJIDO

Ya con una maestría en Desarrollo Económico Local, Miriana apunta:

- Ahora, con la llegada de una alianza -al Gobierno del Estado-, en todo el trayecto del análisis que hemos tenido, sobre todo de los planes estatales de desarrollo, pareciera que se elaboran en los mismos espacios. El único que he visto tiene algo de diferente, y fue un análisis resiente que presenté, es el de la actual administración.

Actualmente soy profesora, me dedico a la metodología de la investigación y también colaboro con la Federación de Estudiantes de la UAN, en la parte de investigación y postgrado; más adelante quisiera verme, sé que es un camino largo, pero me gustaría colaborar con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo porque está enfocado a lo que yo trabajo y a lo que busco: trabajar lo local, conociendo que hay una dinámica global, pero para sacar adelante y mejorar las condiciones de vida de las comunidades.

- ¿Si te vieras en este programa, qué harías?.

- Lo primero que se debe de hacer es fortalecer el tejido, la articulación.

- ¿Qué harías por el estado?.

- Tratar de impulsar los procesos de desarrollo y de que los actores locales, aquellos que viven día a día en sus regiones sean los articuladores del desarrollo, de hecho hay un programa muy específico que trabaja con el fortalecimiento del tejido en las comunidades.

- ¿Qué detiene el desarrollo local?.

- Es un cúmulo de intereses de poder y económicos, siempre he pensado y sentido que muchos cuando ya están en el poder y lo tienen, tratan de mantenerse en él, pero lo malo es que no se piensa en el bien común. La política tiene esa nobleza, pero lamentablemente lo político lo ha hecho más perverso.

EL HARTAZGO

Los dos jóvenes coinciden en el rechazo social a la imagen de los políticos y los partidos.

Señala Miriana:

Le tenemos incredulidad a los políticos, a ninguno ya se le cree. Para estas elecciones presidenciales muchos ya no hablan de la mejor opción, sino que vamos a elegir al que creemos que es el menos peor.

En cuanto a si van a cambiar a mediano o largo plazo, yo creo que será un proceso de cambio muy largo que va llevar un aliento titánico de los gobiernos. Sí, llegamos a un punto donde la gente no está cansada, sino harta, desencantada de sus gobiernos. Cada noticia que se conoce de desvíos multimillonarios de recursos, de impunidad, genera más hartazgo.

Todos nos estamos viendo afectados por un problema masivo, que es una incredulidad en las instituciones. Hay menos oportunidades, las fuentes de empleo son pocas y las que hay son mal pagadas, son un cúmulo de cosas y, junto a la violencia, el desempleo, carencias, hambre, son caldo de cultivo que en un momento dado esperemos no reviente de forma negativa, sino que permita que haya un cambio y aquí también se ocupa una corresponsabilidad de los ciudadanos.

Si exigimos un cambio, también nosotros debemos ser vigilantes de que ese cambio se cumpla, estar atentos en la toma de decisiones que hacen los gobiernos, ser ciudadanos que realmente participan en los procesos y no esperar que el gobierno venga y proponga la solución mágica. Mejor vamos a evaluar por resultados, donde la ciudadanía esté involucrada de manera activa.

Jordán Vladimir completa:

De acuerdo con lo que dice Miriana. Y además, esto genera un ciclo vicioso porque el hartazgo lo que debe producir es que la ciudadanía se involucre; si yo estoy harto de estas dinámicas, entonces debo involucrarme para transformar esta realidad, pero sucede lo contrario: estás inconforme con el gobierno o el desempeño de los actores políticos, pero ‘no quiero saber absolutamente nada’.