EL RITMO DE LA VIDA: ¿De veras hay compra de voto ciudadano?

Por Pepe Reyna

28 / Mayo / 2018

Tanto se ha insistido en los últimos días sobre la supuesta compra del voto ciudadano para julio 1 de este año, día de las elecciones de presidente de la república, senadores y diputados federales, así como de algunos gobernadores y hasta de nuevos ayuntamientos en determinados estados y municipios del país, que de veras me la estoy creyendo.

Sin embargo y con el perdón del lector de que este servidor pueda aparecer como demasiado ingenuo, se me ocurre preguntar: ¿ y cómo le van hacer los compradores del sufragio- supuestamente partidos políticos y candidatos- para tener asegurada la fiel actitud del cliente a la hora de que éste deposite el sufragio? ¿Podría uno recibir el pago por adelantado y hacerse el olvidadizo a la hora de la completa soledad en la caseta de votación?

En los tiempos en que el nayarita Alejandro Gascón Mercado, destacado opositor al PRI, allá por la década de los 70, se dirigía a sus seguidores a través de vibrantes discursos, les decía más o menos lo siguiente: sé que los van a querer comprar como acostumbra el partido oficial, con despensas, tortas y refrescos, pero yo les recomiendo que agarren todo lo que les den, que al fin y al cabo, a la hora de votar, nadie va a estar observándolos y ahí podrán elegir ustedes a los candidatos del Partido Popular Socialista, el PPS, sin que nadie les reclame por los regalos que recibieron con anterioridad.

Ahora, con motivo de las elecciones de julio próximo, ¿habrá manera de que el ciudadano comprado (dicen que con cantidades demasiado buenas para quienes apenas cuentan con algunos pesos en la bolsa), pueda comprobar de alguna manera que cumplió con el pacto? A menos de que cada casilla esté bajo el control de cámaras ocultas, porque estoy seguro de que en esta ocasión tampoco se va a permitir, como en elecciones anteriores, entrar a votar con el celular o la cámara fotográfica en la mano o en el bolsillo del pantalón.

Todo podría estar sujeto a la buena fe del votante hacia quienes lo contrataron, ya que ciudadanos de este tipo sobran en el ambiente político y más si alguien se puso guapo con ellos de manera generosa y espléndida. No sería como aquel general de la historia que aseguraba- y era verdad- que nadie sería capaz de aguantar un cañonazo de 50 mil pesos, pero sí algo parecido y guardando las proporciones.

En el caso actual, no creo que sería tanto como para poner en bancarrota a cualquier partido político y menos a un candidato con los cañonazos que se requieren para convencer a la totalidad de los votantes mexicanos, pero sí a través de sumas pasables, de algunos billetes de 500 y hasta de 1000 pesos, y más con un pueblo que no cesa de presumir lo jodido que está por culpa del gobierno.

El rumor de la posible compra de votos ha llegado a tanto en este proceso electoral que hasta la parte oficial ha estado lanzando una serie de spots para prevenir que el mexicano llegue a vender su conciencia por un puño de billetes. Y como dicen por ahí de que cuando el río suena...

SIN QUE Sin que pertenezcan al mal comprendido gremio de los aviadores, pero con la ventaja de poder cobrar un elevado sueldo sin necesidad de trabajar, es decir con el apoyo de la ley, un total de 20 senadores suplentes se están frotando las manos por el gran billete que recibirán luego de haber sustituido en el cargo a igual número de miembros del Senado que se fueron a probar suerte en busca de otro hueso electoral.

Por todo este tiempo de sacrificio para que otros suden la gota gorda en el actual proceso electoral, cada uno de los 20 senadores suplentes recibirá la bonita suma de 118 mil 700 pesos mensuales , lo que significará un total por cabeza de 474 mil 800 pesos, es decir, 9 millones 496 mil sin trabajar y con la probabilidad de que se convoque en el Senado a un período extraordinario de sesiones. ¡Suerte te de Dios!