Por la ruta de la historia

Rigoberto Guzmán Arce

30 / Julio / 2018

De nuevo viajar por las calles, recorrer el perfume de la historia, el incienso del recuerdo perdurable. La cita es a las cuatro de la tarde del jueves 26 y estamos listos bajo la sombra de un árbol de la plaza Monseñor Justo Barajas.

Es el verano, la canícula arrecia y en la adoquinada calle Juárez, damos inicio, los integrantes de Ecomuseo, al ritual para colocar la placa conmemorativa a esta vieja y conservada casa que nos trae tantos recuerdos.

Ya se encuentra a familia del dueño, doctor Humberto González. Joaquín Villalobos mide, perfora, barrena y en un acto sencillo, pero significativo ya nos tomamos la fotografía de rigor, el video que subo a mi muro personal de Facebook.

Se lee lo que contiene en esta placa de cantera: En esta casona llena de mucha historia, se encuentra una viga en el techo que dice, esta viga se subió el 22 de abril de 1938, una de sus primeras propietarias fue la señorita Florentina Parra quien la vendió a los señores Cesáreo Partida, Rafael Menchaca y Nicolás Ramírez, integrantes de la primera compañía de luz de Ixtlán del Río.
Al paso del tiempo quedó como único dueño don Nicolás Ramírez y luego se la vende a don Bartolo González el seis de julio de 1929, éste la convierte en una abarrotera muy famosa cuando se construyó la carretera libre.
Posteriormente en los años 50s el mismo dueño instaló la tienda Canadá de zapatos, primera de este lugar y durante treinta años fue ícono de la ciudad, también fue oficina de telégrafos y luego Jefatura de Sector Educativo número 6 por el Profr. José Álvarez Meza.
Finalmente se convirtió en consultorio del doctor Humberto González Ramírez, prestigioso ginecólogo y el día 22 de marzo del 2018 siendo las 19 horas fue inaugurado y bendecido con todo el protocolo el restaurante Casa Grande.
Nos despedimos después de las evocaciones y seguimos Jesús Flores, Juan Parra, Luis Alberto López, el maestro Pablo Torres, Luis García, y un representante del Ayuntamiento, Sergio Félix, al siguiente lugar místico donde vivió don Francisco Saavedra Siordia. Es en la Avenida Hidalgo 175, pasando el puente, junto a la Justo Barajas, doña Margarita Medina, su viuda, amigos y conocidos como Socorro, Manuel y Arturo Martínez Siordia, Bertha Patricia Medina, Carmelita Hernández, Luis Armando Borrayo y la señora Carmen Ramírez.
Ya están reunidos algunos familiares, sus hijos Martha, Sergio, Arturo Aurelio, Rebeca Bárbara, Rosario Ileana Saavedra Medina. Por vía telefónica, Víctor Manuel y Héctor Francisco.
Don Francisco nació en San Sebastián del Oeste, Jalisco, el 15 de julio de 1932. Tendría cinco años cuando lo trajeron a Ixtlán. Sus padres fueron Porfirio Saavedra Riverol y Rebeca Siordia Morales. Él estudió únicamente la escuela primaria.
Varios fueron los trabajos desempeñados como: mecánico, chofer, agente del sector salud, taxista y otros. Se adhirió a la CTM y fue dirigente de ese gremio de 1962 hasta el 2002, ocupó varios puestos sindicales y en la propia presidencia municipal varias veces fue Regidor y Síndico.
Una de sus labores principales fue plantar la Alameda que está en el panteón, fue también un gran priista ocupando puestos de importancia en ese partido a nivel local, incluso fue objeto de un homenaje póstumo por los priistas de Ixtlán del Río.
Lo más destacado fue que junto con José Ibarra y otros introdujeron el Servicio Público a la ciudad, que la gente pronto empezó a llamar El Camioncito. Otro aspecto importante que llegó a ser réferi en las peleas de box en Ixtlán.
Don Francisco Saavedra contrajo matrimonio con Margarita Medina Mercado y procrearon 8 hijos. Muere el 20 de diciembre del 2010.
La tarde cae como hojas grises y la Avenida se torna nostálgica con la mezcla de luz natural y las artificiales.