MONITOR POLÍTICO: Casi 50 Años de una Universidad Popular y Democrática

Julio Casillas Barajas

08 / Agosto / 2018

La Universidad Autónoma de Nayarit cumplirá 49 años de vida este 19 de agosto. En efecto, fue en 1969, mediante el decreto 5162 promulgado por el Gobernador Julián Gascón Mercado, cuando se estableció la Universidad de Nayarit y su Ley Orgánica, consolidando con ello, definitivamente, la labor iniciada en 1925 por los gobernadores Felipe C. Ríos y Ricardo Velarde.

Nuestra institución cumplirá 48 años de transitar en la vida universitaria nacional e internacional.

La institución fue creada en beneficio de la educación popular destinada a todos los nayaritas por igual: para los hijos de los obreros, de los campesinos, de los maestros, de los profesionistas. Esa es su visión principal.

Dada su importancia local y regional debe consolidarse y transformarse para bien de los nayaritas en todos los aspectos: social, económico y político.

Transparencia y Legalidad

Puede haber buenas intenciones de las autoridades pero dichos propósitos deben reflejarse en la realidad, en los hechos, abatiendo sospechas de corrupción, denuncias de malos manejos y dar paso a la transparencia y rendición de cuentas. Una universidad en casa de cristal que rinda cuentas al pueblo. Queda grabada en la mente de todos esta fecha: 19 de agosto de 1969, cuando el Congreso del Estado mediante el decreto Numero 5162 promulgó la Ley Orgánica de la UAN, siendo su primer Rector el Dr. Ignacio Cuesta Barrios. Hay que recordar que en 1975, durante el gobierno de Roberto Gómez Reyes, se dio otro paso importante con la autonomía universitaria.

Este 19 de agosto cumplirá 48 años nuestra universidad. Enhorabuena.

Los Servidores Públicos que Queremos

Andrés Manuel López Obrador debe saber que la gente ya está harta de trampas y tramposos, de deshonestos y corruptos, ya no soporta funcionarios creídos y engreídos, mucho menos a cínicos y soberbios.

Por ello, en estos tiempos en que se anuncia una transformación de raíz, el llamado ‘Servidor Público’ debe tener conciencia del significado y trascendencia de su trabajo y estar al servicio de los ciudadanos, en el proceso de transformación de la sociedad.

El pueblo desea servidores que tengan principios y valores: Ética, honestidad, que impulsen la igualdad y la solidaridad; que dejen de lado la participación protagónica personal y que ofrezcan vocación de servicio.

Se necesitan personas que fomenten el esfuerzo colectivo y demuestren eficiencia y responsabilidad.

Que se Atienda al Pueblo

Creemos que el ‘Servidor Público’ debe ser una persona orientada principalmente por el deseo de atender las necesidades de los ciudadanos, del pueblo en general sin distingos, poniendo a disposición del estado o de los municipios sus capacidades, con el fin de contribuir al desarrollo y anteponiendo los máximos fines populares cualquier propósito o interés particular. No llegan a sus cargos a robar ni a apoderarse de los bienes públicos, menos favorecer sus intereses o los de sus allegados, amigos o compadres. La vocación de servicio es uno de los principios y valores fundamentales del ‘Servidor Público’, por lo tanto, se requieren aquell@s que muestren satisfacción y pasión por brindar la mejor atención y calidad de servicio; que se comprometan a entender, atender y resolver las necesidades los que los eligieron o a quienes se deben.

Buena Conducta Dentro y Fuera

El propósito de los funcionarios debe ser atender con cordialidad, humanidad, rapidez y sentido de oportunidad los planteamientos del pueblo.

Igualmente, deben prepararse y estar en constante desarrollo, buscando el mejoramiento de las propias capacidades y ser abiertos al aprendizaje de nuevos conocimientos, con la finalidad de prestar un mejor servicio.

No está por demás decir que los servidores deberán observar buena conducta dentro y fuera de los horarios de trabajo; practicar en forma constante el respeto a quienes les brindan atención; guardar reserva de los asuntos que lleguen a su conocimiento; mantener respeto y motivar a sus compañeros de trabajo al mejoramiento continuo y al trabajo colectivo.

Es definitivo: un servidor público debe actuar sobre las bases de la justicia, la razón y la argumentación por encima de cualquier interés individual; su rol se orienta a la generación del bien colectivo.

Dentro de la competencia política, el funcionario público deberá ser creativo e innovador, no del montón; se trabajo debe traducirse en la búsqueda constante de nuevas formas de desempeño que resuelvan con eficiencia los problemas que en forma cotidiana se van presentando, con una visión de reto frente a cada problema que se le presente y enfocándose en su resolución.

Y, sobre todo, Honesto, Responsable, de actuar transparente y comprometido al Ciento Por Ciento, con el pueblo. No ser de aquellos que llegan con una mano atrás y otra adelante y salen con los bolsillos hinchados de billetes.

Veremos y Diremos.