Tres nuevos diáconos para la Iglesia de Tepic

15 / Agosto / 2018

El Obispo Luis Artemio Flores Calzada, confirió el sacramento del Orden Sacerdotal, en el grado de los diáconos, a tres alumnos del Seminario Diocesano de Tepic, el martes 14 de agosto del año en curso, en la Santa Iglesia Catedral de Tepic.

Erik Fabricio Beltrán Ayón (28 años), Juan Ramón Correa Soto (30 años) y Alejandro García Flores (38 años), son llamados a desempeñar el ministerio propio del orden del diaconado en tres tareas específicas: la predicación de la Palabra de Dios, el servicio litúrgico y el servicio de la caridad.

El rector del Seminario de Tepic, Padre Luis Ramírez Ortiz, los presentó ante el Obispo Luis Artemio; afirmó que han sido considerados dignos para este ministerio; posteriormente hicieron su profesión de fe, donde cada uno externó su libre voluntad de servir a Dios, a través del servicio que ofrecerán al obispo, a la Iglesia y al pueblo de Dios. Arrodillándose ante el Obispo le prometieron obediencia y respeto a él y a los futuros obispos que pastoreen la Diócesis de Tepic.

Uno de los momentos más significativos fue cuando el Mons. Flores Calzada pidió a todos los reunidos que oraran, para que Dios derramara en ellos la gracia de su bendición. Después se postraron –rostro en tierra– dejando su vida y muriendo al mundo, entregando todo por Cristo. Al reincorporarse se pusieron de rodillas, Don Luis Artemio impuso las manos sobres sus cabezas en silencio e hizo la plegaria de ordenación sobre los seminaristas, convirtiéndose en ese momento diáconos.

Después de ser revestidos con los ornamentos propios de los diáconos, recibieron de manos del Obispo los Evangelios: Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas, le dijo a cada uno de los nuevos diáconos.

Al recibir el orden sacerdotal en el grado de los diáconos, estos tres alumnos del seminario, pasan a formar parte del clero de la Diócesis de Tepic. La vocación de estos nuevos servidores es una vocación que se recibe como don de Dios para servir en la Iglesia. Para que estos alumnos llegaran a este momento de sus vidas pasaron por un serio proceso de formación y discernimiento, esfuerzo personal y del seminario, de las comunidades donde han servido, de sus familias y de la comunidad diocesana.

Los nuevos diáconos fueron acompañados por sus familiares, amigos, fieles laicos de las comunidades donde han servido y por 38 sacerdotes. Estos nuevos ministros de la Iglesia podrán presidir la liturgia de la Palabra, bautizar, presidir el sacramento del matrimonio, presidir los funerales, distribuir la Sagrada Eucaristía, bendecir con el Santísimo Sacramento, bendecir personas, casas, vehículos, imágenes religiosas, entre otros servicios, además de organizar los proyectos de caridad de las parroquias a donde serán destinados. El diaconado transitorio que ha recibido es un tiempo de gracia, de aprendizaje y de preparación previo a la ordenación sacerdotal en el grado de los presbíteros.