CON PRECAUCIÓN: Palabras, palabras

Por Sergio Mejía Cano

25 / Septiembre / 2018


Se entiende que en el argot electoral en México el voto es libre y secreto; sin embargo, también todo ciudadano está en pleno derecho de decir por quién votó en determinadas elecciones sin menoscabo en su dicho. Por lo que no tiene nada de raro que el exgobernador Roberto Sandoval Castañeda haya dicho abiertamente que él y sus seguidores determinaron votar por la alianza encabezada por el ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Desde luego que esta declaración del exgobernante nayarita en realidad no tenga mucho que ver en el triunfo del tabasqueño, porque es de suponer que el que Sandoval Castañeda y sus achichincles hayan votado por AMLO haya sido determinante en su triunfo, por lo que se intuye que esta declaración haya sido nada más para mover el ambiente político nayarita, que en realidad eso fue lo único que ocasionó; pero más debido a la repentina aparición ante los medios del ahora exgobernador teniendo como marco la misa por el aniversario luctuoso de uno de sus sobrinos carnales y nada más.

Obviamente que nadie es culpable hasta que se le demuestre lo contrario, y esto de declarar culpable de algo al señor Sandoval Castañeda está muy lejos de ser una realidad debido a que entre la clase política sucede lo que se decía en aquel promocional de un programa televisivo de que entre las mujeres se podrán atacar fieramente pero que jamás se harían daño. Y esto parece ser que es lo que sucede entre la clase política: se podrán decir hasta lo innombrable de un político, pero para que todo quede igual y sin hacerse daño, más que el puro ruido mediático que en realidad podría no significar nada en lo absoluto ya que se podría decir que los políticos están más que cebados para tragar camote y sin hacer gestos. Lo malo de todo esto es que en realidad Roberto Sandoval no es ni ha sido un político en el sentido directo de la palabra; que haya llegado en tan poco tiempo a la gubernatura del estado podría ser debido a buenos padrinos o resultado de un experimento para alejar a los viejos cuadros priistas poniendo jóvenes inexpertos o no tanto pero muy moldeables para hacer todo lo que se les instruyera con fines y oscuros intereses tanto particulares de alguien o de grupos detrás del trono. No por nada los presumió en su momento Enrique Peña Nieto en un programa televisivo a nivel nacional aún siendo candidato a la Presidencia de la República, en donde presumió a la nueva clase política del PRI, como Javier Duarte de Ochoa, Roberto Borge y César Duarte Jaques, ejemplos a seguir, ¿para qué? Tal vez veladamente quiso decir que para hacer todo descaradamente abrigados por la impunidad que se veía venir, y he ahí los resultados.

Desde luego que las palabras pronunciadas por Roberto Sandoval a las afueras del templo en donde se celebró la misa para el descanso eterno del alma de su familiar, deben tomarse con prudencia, ya que a lo largo de su sexenio y aun antes, muchas de las palabras dichas por Sandoval Castañeda fueron disparos al aire para ver si pegaban o no en la conciencia del colectivo ciudadano, como aquello de que el penal federal se iba, así, nada más, porque no abundó si se iba a ampliar y afianzar tal y como sucedió o se iba de ir; lo mismo cuando afirmó que las vías férreas quedarían fuera de la ciudad capital del estado de Nayarit; pero lo más inaudito y que declaró ante la prensa como un hecho: el que el Puerto de San Blas sería un puerto de altura y que habría una vía férrea de dicho puerto al estado de Chihuahua directa; algo más que inaudito, claro que con dinero todo se puede y más porque hoy en día se cuenta con maquinaria capaz de tumbar cerros y montañas; pero lo inaudito era de cómo tener que volver a atravesar la Sierra Madre Occidental para llegar a Chihuahua si ya hay una vía férrea que lo hace y es la que corre a lo largo de la costa occidental para hacer conexión en estación Sufragio y de ahí para arriba de la Sierra y llegar a Creel y Ojinaga en el estado chihuahuense. Así que cuando lo dijo aún siendo gobernador de Nayarit Roberto Sandoval, solamente los ilusos se lo creyeron fehacientemente, porque las mentes pensantes nada más se rieron de la ocurrencia.

A muchos de nosotros desde niños, nuestros mayores nos dan el consejo de que nunca se debe de amenazar en vano y mucho menos en público, así que la bronca que le lanzó Sandoval Castañeda a Enrique Ochoa Reza, podría ser más bien una cortina de humo con algún fin determinado, porque de puro ruido no pasará. Sea pues. Vale.